Julià García es el propietario de este Seat 131-E de 1978 que recibió como regalo de un matrimonio amigo de sus padres en 2013

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Julià García es un joven entusiasta de los clásicos, como él mismo reconoce. Desde muy joven comenzó a trabajar de mecánico y así estuvo durante diez años hasta que decidió estudiar mecánica superior. De ahí que lo del motor sea una pasión que tiene muy interiorizada, a pesar de su juventud.

Julià cuenta en la actualidad con dos vehículos en su pequeña colección: un 600 E y este precioso Seat 131-E de 1978 que llegó a sus manos gracias a un regalo de la familia Coca-Ferrer, unos amigos de sus padres de Barcelona que eran los propietarios del vehículo.

En un gesto de amistad decidieron regalárselo a nuestro protagonista.

Nos comenta que el coche lo conocía de toda la vida, ya que era propiedad del matrimonio Coca-Ferrer, unos amigos de su padre que veraneaban en la Isla. El amigo de su padre, cuando decidió cambiar de vehículo, consideró que venderlo no era la mejor opción, ya que le daban muy poco dinero por él y era un coche que se encontraba en excelentes condiciones, así que lo metió en un garaje y allí estuvo durante diez años.

Fue en 2013 cuando pasó a manos de Julià, que fue a Barcelona a buscarlo y se lo trajo con una grúa hasta Mallorca, ya que no funcionaba, pero nos comenta que el coche estaba realmente bien. Necesitaba una buena limpieza, después de diez años parado, y una buena puesta a punto del motor. También le puso algún extra para poder participar en rallies de regularidad, que es algo que le apasiona.

Como experto mecánico, todas las reparaciones del coche, salvo el tema de pintura, las hace él mismo. No le importa dedicar tiempo a esta actividad en sus ratos libres.

GRUPO DE AMIGOS
En 2010 conoció a Joan Perelló, otro enamorado de los clásicos, y juntos decidieron reunir un grupo de amigos del pueblo y de los alrededores que comparten la misma afición. Organizan diversas excursiones a lo largo del año y su concentración estrella es la Nit del Motor, que se celebra por Sant Jaume, coincidiendo con el patrón de Algaida. Es una gran fiesta donde un grupo de amigos están todo el día realizando actividades y muestran sus coches a los visitantes del pueblo en una especie de parque cerrado.

En cuanto al coche, nos comenta que no está restaurado, sino conservado. Tiene todas las piezas originales, incluso la pintura, salvo un pequeño golpe en un guardabarros. Es quizás la esencia de este vehículo, que tuvo un notable éxito dadas sus dimensiones y buenas prestaciones, y consi