Estéticamente es un vehículo con unas líneas redondeadas y musculosas, que le dan un toque moderno y atractivo que le queda muy bien. | Miquel Àngel Llabrés

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La fiebre del Fiat 500 llega ahora al mercado en forma de crossover. Primero fue el turno del pequeño de tres puertas, que tuvo un gran éxito de ventas; después llegó la hora del 500L, al que no le van mal las cosas en cuanto a ventas. Y hace poco acaba de nacer el Fiat 500X, un vehículo con la base del 500L, más alto y robusto, al que la buena publicidad que está haciendo la marca italiana y la estética muy bien conseguida le pueden venir muy bien para obtener una buena cuota de mercado.

Estéticamente, se caracteriza por unas formas redondeadas y musculadas que lo hacen un crossover que puede gustar a todo tipo de público, con lo cual ya parte con una gran ventaja.

La parte delantera se caracteriza por tener unos faros redondeados, con una forma bastante ovalada y original, que están rodeados por una iluminación LED y que van a conjunto con los de los intermitentes, que tienen la misma forma. La parte de abajo del parachoques tiene unas entradas de aire tipo nido de abeja, además de una pieza de plástico que le confiere este aspecto de semi todoterreno que atesora.

La parte posterior cuenta con unos faros rectangulares, no muy grandes, que están situados de forma vertical. Se parecerían un poco a los del MINI. La parte posterior también cuenta con un área cromada y con una salida de escape que le da un cierto aire de deportividad.

PROPULSOR
En cuanto al motor, nosotros hemos probado el 1.6 Multijet de 120CV de potencia, que nos ha sorprendido gratamente. En la consola hay un mando circular denominado Mood Selector, que modifica la respuesta del motor y la dirección. Tiene tres modos de actuación: Auto y Sport. Al seleccionar uno u otro, el coche funciona de la manera más adecuada en cada situación o estado del piso. El modo Sport transmite unas sensaciones de deportividad muy interesantes.

El cambio está bastante equilibrado, si bien la 5ª velocidad es muy larga, lo que puede beneficiar el consumo. En cuanto a éste, la marca ofrece unas cifras de 4’1 litros a los 100 Km en un recorrido mixto, y nosotros hemos conseguido unos 6’2, sin ir con mucho cuidado a la hora de subirlo de vueltas. La verdad es que el consumo fluctúa bastante según cómo llevemos el coche.

En cuanto al comportamiento en carretera, se trata de un vehículo con mucho aplomo, que traza las curvas de forma rápida, aunque si son cerradas, el 500X tiende a subvirar, cosa que se solucionaría con una suspensión un poco más dura. Aunque a su favor hay que decir que este pequeño inconveniente no se traduce en una pérdida de trazada.

INTERIOR
El interior del 500X cuenta con unos materiales de bastante calidad, aunque los plásticos duros están bastante presentes. El puesto de conducción es muy cómodo y es muy fácil encontrar la postura ideal, cosa que en muchos vehículos el sitio para las piernas es excesivamente justo. En este, todo lo contrario, es muy amplio.

La instrumentación del coche es bastante interesante, con una pantalla monocolor de generosas dimensiones en el centro de los marcadores, que para mi gusto son un poco pequeños. Al equipamiento, sin ser espartano, le faltan algunos elementos importantes en cuanto a practicidad, que están como opcionales.