Muestra de vaca frissona en Campos.

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El futuro de las vaquerías está en uno de sus peores momentos. A la previsión de una nueva bajada en el precio de la leche - que se sumaría a la que ya se produjo el año pasado - se añade también la falta de lluvias de este invierno, una situación insostenible que hace que los ganaderos ya califiquen este año como «uno de los peores de la historia para el sector». Así lo confirmó ayer, la gerente de la Unió de Petits Agricultors y Ramaders (UPA), Joana Mascaró, en el transcurso de la tradicional Fira de les Vaques de Campos y donde hasta 5 vaquerías de Mallorca participan de una muestra de vaca frissona.

Según explicó Mascaró, la sequía ha provocado que haya un déficit importante de comida para los animales, «no ha llovido ni pronto ni tarde por lo que ninguna campaña de siembra ha dado un buen resultado». En este sentido, Mascaró aseguró que «sólo hemos podido recabar un 10 % de lo que tenemos en un año normal» lo que ha repercutido significativamente en los gastos de los ganaderos. «Si no hay comida para los animales debemos traerla de fuera y lo que podemos ganar se va en eso», lamentó.

Por otra parte, el precio de la leche sigue siendo una preocupación importante entre el sector. Si el año pasado la industria ya bajó el precio de compra de este alimento, las previsiones son que el decrecimiento continúe. «Aún no sabemos en que porcentaje pero ya se nos ha advertido que volverá a bajar el precio por el que nos compran nuestra leche», señaló Mascaró, una decisión que no entienden, «no tiene sentido que vuelva a bajar cuando el precio de compra para el consumidor va en aumento». Actualmente el precio de la leche se sitúa en una media de 0.50 euros litro pudiendo llegar a los 0.53 en el mejor de los casos y al 0,43 en el peor. «Si vives en la Península puedes ir al pueblo de al lado pero aquí estamos atados», zanjó Masacaró.

A pesar de todo, la muestra de Campos volvió a reunir a cientos de visitantes y se espera que hoy los números se repitan. Para el Ajuntament este acto es una manera de dar apoyo a los ganaderos y «mostrar el posicionamiento de la localidad hacia un sector muy importante para el pueblo».