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Tras una compleja y peligrosa operación la Unidad de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) ha extraído del fondo del puerto de Cala Rajada dos cañones de aproximadamente 2,5 metros y mil kilos cada uno que, según los primeros análisis, podrían ser de entre el siglo XVII y XIX y de procedencia española, holandesa o francesa. Hacía años que se conocía de su existencia pero no ha sido hasta hoy que se ha procedido a su extracción, tras el permiso del Consell de Mallorca, para evitar la expoliación de esa patrimonio. Los restos han sido trasladados al Museu de Mallorca para su estudio y posterior exposición.

Las labores de extracción han sido muy laboriosas y desde hace meses el grupo de la Guardia Civil se venía preparando para lo que es una operación delicada. Así lo ha explicado el cabo David Bolaños, jefe de los GEAS. "Nuestra principal misión es la protección del patrimonio histórico. Conocíamos de la existencia de estos restos y buceando dimos con ellos. Están en zona de Reserva Marina. Avisamos al departamento de Patrimonio Histórico del Consell, hicimos vídeos, una planificación y desde el Consell nos han autorizado a sacar los restos para estudiar y ver de que se trata".

Bolaños ha destacado la complejidad de la operación de esta mañana. "Preparamos todo el trabajo de reflote". Ha añadido que "llevamos mucho tiempo planificando, hemos limpiamos bien la zona para que la arena no haga succión, hemos hecho los cálculos para marcar la necesidad de aire para nosotros. Han bajado buceadores, hemos puesto los globos, se les ha dado aire según los cálculos para que puedan trabajar con seguridad pero se pueden encontrar con dificultades".

Han asistido a los trabajos de recuperación el presidente del Consell, Llorenç Galmés, la vicepresidenta y consellera de Cultura i Patrimoni, Antònia Roca junto con el coronel de la Guardia Civil en Baleares, Alejandro Hernández, la alcaldesa de Capdepera, Mireia Ferrer y el director general de Transporte Marítimo, Toni Mercant.

El Consell tenía conocimiento de la existencia de estos restos desde hace años, puesto que hubo un naufragio en Cala Gat. No fue hasta 2021 que los GEAS hicieron una inmersión para descubrir que había. Los dos cañones se encontraban sobre el banco de arena. Eran fácilmente visibles y a pesar de que hasta ahora se habían mantenido intactos podrían sufrir la acción de expoliadores.

El presidente del Consell ha destacado la importancia de esta actuación para conservar y dar a conocer nuestro patrimonio. "Damos un paso más para la protección del patrimonio de Mallorca. Hoy se ha procedido a hacer la extracción y se está pendiente de los estudios para determinar la procedencia". Ha agradecido la colaboración de la Guardia Civil. "ahora serán estudiados los dos cañones y restaurados y puestos al alcance de todos para que se pueda conocer nuestra historia". Además ha avanzado que "se llevarán a cabo otras intervenciones en zonas que según los pescadores podría haber otros restos".