Precisamente, a raíz de los constantes vertidos ilegales el Ajuntament pidió ayuda económica al Consell, quienes inicialmente descartaron actuar debido a que «las competencias son municipales». El hecho es que aunque eso sea cierto, se trata de un polígono que no acoge a las empresas municipales sino que da servicio a toda Mallorca, ya que es el único destinado a las empresas de gestión de residuos. «Nos llega toda la basura de la Isla y es injusto que lo tengamos que mantener nosotros», explicó el alcalde de Bunyola, Joan Antoni Riera.
Además, añadió que el municipio no tiene dinero para afrontar ese gasto. Por ello, el Ajuntament no desistió y continuó argumentando la importancia de que el Consell interviniera para «solucionar este desastre ambiental», según Riera. Así, apenas una semana después de la última reunión, el Consell anunciaba la firma de un convenio de colaboración con el Ajuntament. El documento estipula que el Consell se encarga de esta primera parte de retirada, mientras que el Ajuntament deberá pagar el coste de la gestión de dichos residuos. Además, se encargará de instalar cámaras de seguridad y de construir una garita para tener vigilancia las 24 horas del día. Los propietarios de naves en el polígono también se harán cargo de una parte. En ese sentido, ellos serán los encargados de pagar el servicio de vigilancia.
Cambio de usos
Además de estas soluciones, el Ajuntament propone al Consell que el polígono no sea solo para empresas de gestión de residuos, sino que pueda abarcar todo tipo de empresas. Eso «supondrá más actividad y menos facilidades para hacer vertidos ilegales», aseguró el alcalde.
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