El prior de Lluc, Marià Gustalver, ha sido exculpado del delito de acoso laboral que le imputaba una trabajadora. En la imagen, el prior en los juzgados de Inca, acompañado por su abogado, Miguel Arbona. Además también estaba investigado el diácono. | Alejandro Sepúlveda -

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Un juzgado de Instrucción de Inca ha archivado la causa por acoso laboral por la que estaban investigados el prior del santuario de Lluc, Mariano Gustalver, y el diácono permanente del monasterio, Antoni Moreno. La magistrada ha cerrado la causa al no existir indicios de delito después de que la propia denunciante renunciara a cualquier acción penal después de alcanzar un acuerdo sobre su despido de la hospedería del monasterio.

Gustalver y Moreno declararon como investigados el pasado mes de noviembre y negaron cualquier tipo de presión a la trabajadora. Justificaron la denuncia por el despido disciplinario de la empleada que se justificó porque se descubrió que llevaba a cabo una serie de trabajos particulares cuando se encontraba en medio de una incapacidad temporal.

Tras el despido, la empleada hizo dos cosas: por un lado presentó una demanda por improcedencia del cese ante un juzgado de lo Social y, por otra, una denuncia penal por acoso. Tras la declaración como investigados del prior y el diácono permanente, se celebró la vista del juicio laboral que acabó en un acuerdo entre las partes y una indemnización para la trabajadora. A raíz de ese pacto, se acordaba también la retirada de la trabajadora del procedimiento penal. Así, ante la falta de pruebas de delito, la magistrada ha acordado el archivo de las actuaciones seguidas en Inca.

En la denuncia que ahora se ha descartado, la trabajadora aludía a un clima de tensión laboral durante la pandemia en la hospedería, al coincidir un ERTE a la plantilla con la reapertura de las instalaciones lo que, sostiene, llevó a que se alargaran de forma abusiva las jornadas de trabajo y que fue abroncada cuando protestó por la situación. Aseguraba que había sufrido tratos vejatorios y humillantes. La magistrada tomó declaración a la denunciante y a los dos responsables de Lluc el pasado otoño y tras, el juicio social, ha acordado el archivo.

Con el cierre de esta causa, a los juzgados de Inca les queda terminar la tramitación de la denuncia contra otro trabajador del santuario acusado por robar joyas en las instalaciones. El imputado, en este caso ha reconocido los hechos.