Después de los tradicionales Primer y Segon Cant de Sant Antoni, el Saig Major encarnado por Joan Moragues, proclamó el inicio de la velada, en un discurso donde invitó a mureres y murers a participar en una de sus celebraciones más queridas apelando al «sentimiento santantonier».
Ya hacia las 20.15 horas, centenares de vecinos esperaban en una plaza del Ajuntament llena los bailes de los Dimonis dels Tres Tombs. Después del recorrido oficial, estos dimonis municipales dieron paso a la colla más rebelde y reivindicativa, los Dimonis de sa Pedrera y su emblemático correfoc.
La música ambiental de Xavier Carbonell, la canción de Morella de Sant Antoni y una tonada murera dieron paso a los Versots, una especie de pregón en verso que suele hacer crítica de la situación política y social actual. En una primera parte, se homenajeó a la fiesta de fuego gabellina (Alei-alei), que se celebra en Capdepera durante la Navidad.
El verso continuó con una crítica a la inteligencia artificial (IA) y un guiño a la polémica de los carteles de esta edición, que algunos ya se han hecho con IA:
«El concurs dels cartells,
quasi-quasi l’he guanyat!
I a damunt li he demanat
que em faci uns versots bells».
Para finalizar, se cargó contra el racismo, el machismo y se clamó por el fin de las guerras y por la llengua:
«Sant Antoni, avui pertoca
dedicar-vos uns versots
per dir an aquells burots
que la llengua no se toca!
No se toca si no es deixa
cap dona d’aquest poblat
si no és ella mateixa
la qui t’ho ha demanat».
Acompañados de las collas Hiachat, A Lloure, Espiadimonis y Dimonis de Calvià, los de sa Pedrera celebraron su decimoctava edición al frente al gran espectáculo pirotécnico que protagoniza la Revetla con más de un centenar de dimonis haciendo bauxa.
Este año no hubo temática concreta sino que la exhibición se centró en «que haya mucho fuego y en iluminar bien la iglesia», según avanzó el representante de la colla municipal, Miquel Ángel Tortell. Tras encender los foguerons, se dio inicio a los bailes que culminaron con el ‘incendio’ de la iglesia y el campanario.
Récord de ‘foguerons’
Después del correfoc, la fiesta se desplazó a las calles y a los domicilios particulares, donde se encendieron hasta 50 foguerons (48 de los vecinos y 2 del Ajuntament), una cifra récord hasta el momento. La fiesta continuó con la familia y con los amigos torrando, bebiendo herbes e incluso improvisando alguna glosa.
La fiesta se reanuda este miércoles a las diez y media con la plantada de gegants frente al Ajuntament y el lanzamiento de cohetes. A las 11 horas, el rector de Muro, Pere Gerard Bestard presidirá el oficio solemne de Sant Antoni. Unas horas más tarde, a las 15.30 horas, comenzarán las tradicionales Beneïdes y su concurso de carrozas. Los premios van desde los 100 a los 1.500 euros y se reparten una quincena de galardones.
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