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Los vecinos han aceptado el reto que ocupa el primer puesto en los propósitos de Año Nuevo del Ajuntament de sa Pobla: lograr doblar el porcentaje de residuos reciclados y disminuir en la misma proporción los que terminan incinerados en los hornos de Son Reus.

A las puertas de las fiestas de Sant Antoni, las más multitudinarias del municipio, los poblers hacen cola todos los días en el patio de Sa Congregació para recoger su «kit de iniciación» al reciclaje de residuos domésticos: un cubo pequeño para los restos de materia orgánica, y un único cubo blanco grande para sacar a diario el resto de fracciones: cristal, papel y cartón, envases y rebuig (rechazo).

Jóvenes, mayores, vecinos nativos y de la numerosa comunidad marroquí hacen cola para entrar en esta nueva etapa de la gestión de las basuras en la que el Ajuntament de sa Pobla ha puesto mucha imaginación y expectativas. Antes que nada, el nuevo sistema de recogida selectiva se presentó con una original campaña informativa titulada «hola, recollida porta a porta».

Recogida selectiva de residuos en sa Pobla
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Optimismo y aceptación

«Hay que acostumbrarse a hacerlo como toca, no queda otra», apunta Antònia, mientras espera su turno para recoger sus dos cubos y los folletos explicativos. La información se refuerza con visitas de educadores ambientales casa por casa y también con reuniones en las que cada uno puede despejar sus dudas: desde dónde va la ceniza de la chimenea hasta si el papel mojado va con el cartón o con el rebuig.

En total, está previsto repartir 10.000 cubos, cinco mil de orgánica y otros tantos para el resto de materiales, y se está haciendo a buen ritmo. «Estamos muy satisfechos de la respuesta, la recogida de los cubos no para ni un minuto desde que abrimos a las 9 hasta las 14 h que se cierra», admite el concejal de Medi Ambient, Antoni Simó Tomàs. En menos de una semana se han repartido los primeros mil kits y a partir del día 22 se entregarán por las tardes para dar facilidades a los que no puedan ir en horario de mañanas.

La entrada en vigor de este nuevo sistema también ha previsto combatir la picaresca. Hay casos de gente que quiere tener cinco cubos en casa, para ir almacenando cada fracción sin tener que sacar cada día el mismo contenedor y cambiar su contenido, a modo de «punto verde» doméstico. Estos cubos vienen equipados con avanzados sistemas de rastreo, de modo que si los amantes de lo ajeno se llevan alguno que no es suyo, pronto serán localizados.

Los poblers y las pobleres se «examinan» en materia de residuos a partir del 5 de febrero, cuando entra en vigor el servicio con el que el Ajuntament espera doblar sus cuotas de residuos reciclados. A la vista de la respuesta vecinal estos días, parece la mayoría estarán preparados.