Ajuntament de Calvià.

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La Plataforma per la Llengua de les Illes Balears se suma al PSIB de Calvià y se adhiere a las alegaciones que desde el partido socialista presentaron la semana pasada al nuevo reglamento lingüístico que el Ajuntament aprobó en el mes de octubre de este año.

La organización considera que la norma «es un ejercicio de catalanofobia y tiene como objetivo el arrinconamiento de la lengua propia del territorio». Además critican que «el documento va en contra de normativas en vigor, como la Ley de normalización lingüística, el Decreto de uso de las dos lenguas oficiales en la administración de la CAIB o el Estatuto de Autonomía».

Ante esta situación, las alegaciones presentadas recogen que el nuevo reglamento lingüístico incluye una serie de puntos incompatibles con la normativa y leyes actuales, «que el Ajuntament está obligado a respetar como normativa de rango inferior».

Desde la plataforma alertan también de que la eliminación del requisito de catalán para la función pública «es favorecer el uso prácticamente exclusivo del castellano y abandonar la función de fomento del catalán de los poderes públicos de las Illes» puesto que «se pone el uso de las lenguas municipales a criterio de cada trabajador y además se combina con la entrada en el Ajuntament de trabajadores sin capacitación lingüística».

La organización no gubernamental «estará atenta a la resolución de estas alegaciones» y no descarta acudir a la vía judicial «si no se hace respetar la normativa vigente». Sin embargo, espera «que los servicios jurídicos municipales hagan respetar la normativa».

Tanto para la plataforma como para el PSOE de Calvià este nuevo reglamento «supone romper el consenso lingüístico existente desde 1988». La OCB también presentó alegaciones a la norma.