Concentración vecinal a las puertas de la DGT en Palma. | Pilar Pellicer

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Los vecinos del municipio de Selva se juegan la vida para volver a casa en la madrugada de cada viernes a sábado. Las carreras ilegales nocturnas de motos, pero también de coches, traen de cabeza a los residentes, no solo por las molestias que ocasiona el ruido de los motores, sino también por su seguridad. Tras los últimos incidentes de este fin de semana el alcalde Joan Rotger habla sobre una problemática que arrastran desde hace más de una década y que solo se interrumpió brevemente durante la declaración del Estado de Alarma con motivo de la pandemia de la COVID-19. «Hoy en día tenemos medios tecnológicos suficientes para atajar las carreras ilegales si hay voluntad, pero no la ha habido hasta ahora», dice Joan Rotger.

Vecinos afectados por las carreras ilegales y la conducción temeraria en los municipios que atraviesa la carretera de la Serra de Tramuntana (Ma-10) se han concentrado esta mañana a las puertas de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Palma para reclamar una solución urgente. El Consell de Mallorca anunció la semana pasada que instalará 70 cámaras con lectores de matrículas en carreteras de Mallorca, 17 de ellas en la carretera de la Serra de Tramuntana (Ma-10). No obstante avisó de que la competencia para sancionar es de la DGT que hasta ahora se ha negado a instalar radares fijos.

Con la concentración de este viernes los vecinos de los municipios que cruza la Ma-10 quieren visibilizar los problemas de conducción temeraria y contaminación acústica que sufren en sus respectivos pueblos por las conductas de «algunos conductores incívicos». A pesar de que llevan más de una década con esta problemática el único avance que se había conseguido hasta ahora fue reducir la velocidad máxima a la que se puede circular por la vía que pasó de 80 a 60 km/h.

Los vecinos de la Serra de Tramuntana protestan contra las carreras ilegales.

La problemática que se da en la carretera de la Serra de Tramuntana afecta además a otros municipios que sirven de puerta de acceso a la Ma-10, especialmente Selva. «Llevamos años poniendo todos los medios que tenemos a nuestro alcance dentro de nuestras competencias para controlar la situación pero no han sido suficientes. Pedimos semáforos y radares a la DGT y al Consell y lo máximo que hemos conseguido hasta ahora es instalar radares pedagógicos en Caimari, pero la DGT no sanciona», lamenta el alcalde de Selva, Joan Rotger.

Ahora confía en que parte de las 70 cámaras con lectores de matrículas que el Consell instalará en carreteras de Mallorca estén en su municipio. «En Selva tenemos cuatro policías locales y no son suficientes. El problema se da cada viernes y sábado, especialmente los viernes. Existen los medios que permiten detectar estos hábitos y concentraciones y sancionar si hay voluntad política», añade Rotger.