Una de las cuidadoras, intentando pesar a 'Esperanza'. | F.F.

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No era una mañana más en la sede de la Fundación Arca de Noé. Horas después de que su responsable, Helga Knies, anunciara a través de las redes sociales su cierre a final de año, al no contar con recursos humanos ni poder garantizar el cuidado de los animales, perros y gatos principalmente, a los que da cobijo de manera altruista en una casa a las afueras de Andratx, en Sa Coma. Su repercusión en los medios de comuncación elevó la actividad, aunque los tres trabajadores intentan mantener el ritmo habitual y siguen con sus labores de atención, manutención y limpieza de edificio y las terrazas en las que conviven las mascotas.

Helga Knies mantiene contacto con ellos desde su domicilio. Sus problemas de movilidad y salud le impiden desplazarse, pero sigue trabajando para que el proyecto que inició hace más de tres décadas no se detenga hasta el final. En total, son cuatro los empleados que se encargan de mimar a los cerca de 250 gatos y más de medio centenar de perros que diferentes tamaños, razas, edades que recorren la casa a su antojo.

«Helga lo controla todo desde casa, ya no puede venir», comenta Juana, cuyo número de teléfono figura en el portal de la casa como apoyo, junto a la página web (www.tierhilfe-mallorca.de), el correo electrónico (kniemu@t-online.de) y el contacto personal de la fundadora de este refugio (659569077). «Ha venido gente a través de la publicación y llaman. Ayer -lunes- vino incluso una chica uqe trajo tiempo atrás su gato y al ver el escrito, se acercó para llevárselo de nuevo», asegura Juana, quien destaca «la dedicación, el cariño y el tiempo y dinero invertido» por parte de Helga al frente de Arca de Noé. «Es impagable», apostilla.

La entidad ofrece a quienes estén interesados adoptar y hacerse con un perro o un gato con totales garantías. Trabajan de la mano con un veterinario del Port d'Andratx «y se van castrados, vacunados, con su chip y toda su documentación en orden», añade la trabajadora, quien muestra los bloques de pasaportes y deja muy claro que «Helga se preocupa mucho de la persona que va a vivir con los animales, no les deja ir con el primero que pasa por aquí. Le interesa la forma de ser y la actitud de todos ellos».

Juana, Maipú, David y Carlos son los cuatro empleados que llevan ahora mismo el día a día de la Fundación Arca de Noé, abierta cada día de 11 a 13 horas en su local de la calle Pere Seriol número 20 de Andratx, donde la actividad era constante. Hoy tocaba hacer viajes al veterinario para tratar a un felino resfriado y realizar pesajes.

Detalle de la documentación de los animales acogidos. Foto: F.F.

'Esperanza' es una de las mascotas que espera noticias. Esta perra andaba nerviosa, alterada. «Viene mucha gente a ver a los animales y supongo que ahora lo harán más al salir en prensa y en Facebook, pero todavía confiamos en que todo pueda acabar bien», prosigue Juana, mientras uno de los cuidadores intenta pesar a la inquieta 'Esperanza'. Una palabra que tienen muy presente los empleados de la Fundación Arca de Noé, su promotora, pero especialmente los perros y gatos que desconocen su futuro y reciben a un rostro que no les resulta familiar con cariño y ganas de jugar. Buscando esa oportunidad y un futuro fuera del refugio, un lugar seguro pero que parece tener los días contados.