Joan Colom con su esposa e hijos. | Lola Olmo

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Joan Colom,l’amo en Joan de Can Ribas, ha dedicado toda su vida a la viticultura, un oficio por el que ha recibido numerosos reconocimientos. Nació en esta possessió de Consell, sede de la bodega del mismo nombre, y a sus 96 años, su memoria intacta es todo un compendio de conocimiento sobre la viña y sobre la historia reciente de su pueblo natal. La escritora Antònia Ordinas ha plasmado las conversaciones mantenidas con el veterano viticultor y su familia durante casi un año en el libro Flor de vinya; Converses amb l’amo en Joan de Can Ribas, patrocinado por el Ajuntament de Consell, y cuya presentación reunió este domingo a un centenar de vecinos en el mismo Can Ribas donde el protagonista ha pasado gran parte de su vida, cuando no estaba cuidando de los viñedos.

Historias anónimas

Alejada de su paso por la política, Antònia Ordinas ha consagrado su tiempo a la escritura, y especialmente a rescatar capítulos de la historia contemporánea de Consell. Durante estos diálogos con Joan Colom, que califica como «una experiencia vital y personal extraordinaria», han salido a la luz las historias anónimas de aquellos jóvenes consellers que el siglo pasado abandonaban una Mallorca rural y empobrecida para buscar fortuna en tierras lejanas; toda una proeza teniendo en cuenta lo poco que se sabía del mundo exterior en el Consell de la época. Entre ellos estaban un familiar de la propia autora, médico al que se atribuye el invento de un corsé ortopédico; o Nofre Colom, que viajó hasta Alaska en busca de oro y regresó a Mallorca muchos años después, tras establecerse en California.

Más de un centenar de personas llenaron el patio de Can Ribas en la presentación.

En una presentación muy amena, Ordinas recordó su primer contacto con los amos de Can Ribas, cuando, siendo una niña de 10 años, quiso ir a trabajar en la vendimia y en las labores del campo «porque quería una bicicleta y tenía que ganármela». Con este ejemplo, Ordinas lamenta que en la sociedad actual se esté perdiendo la «cultura del esfuerzo que me enseñaron en casa de joven».

Antònia Ordinas con el alcalde de Consell, Andreu Isern.

Para completar este libro, la escritora exalta los oficios y productos de los que Consell tiene buena fama: «el mejor pan, buen vino, artesanos, pintores, médicos...», señaló, mientras Joan Colom recibía el homenaje de quienes han tenido el placer de conocerlo y escuchar su sabiduría sencilla, y el cariño de su esposa, Nita, y de todos sus familiares.