La coral tendrá ahora cincuenta alumnos, la mayoría de ellos niños (27) y el resto (23), niñas. | Escolania de Lluc

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El primer sábado de septiembre es cada año una noche mágica para la Escolania de Lluc, es la ‘Nit de les Vesticions’. Así, en una emotiva ceremonia celebrada a las siete de la tarde en la Basílica del Santuari de Lluc, once chicos y chicas recibieron el pasado sábado de la mano de sus familiares, la sotana azul y el ruquet blanco que tanto caracteriza a los pequeños.

Aunque ese no es el primer día que cantan con la coral, sí que es el acto en que se convierten oficialmente en blauets. De hecho, se trata de alumnos que ya han cursado el curso académico anterior y que se han ido incorporando a la coral «a medida que iban aprendiendo a cantar», según ha explicado este lunes el director musical de Lluc, Ricard Terradas.

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En esta ocasión, la mayoría de los nuevos cantaires son de la Part Forana, mientras que solo tres son de Palma. Se trata de Ismael Barros (Inca); Sebastià Sancho (Vilafranca); Tomeu Rado (Caimari); Noah Peña (Palma) ; Laura Quetglas (Palma); Synto, Pablo i Lucas Bestard (Llubí); Llibert Nadal, (Campos); Hugo Soriano (Palma) y Biel Rigo (Campos). Cada uno de los familiares se acercó durante el acto y les vistió con los atuendos para después abrazarse.

La ceremonia fue presidida por el prior de Lluc, Marià Gastalver, aunque también contó con la presencia del diácono de la Basílica, Antoni Moreno. Así, con la incorporación de los nuevos cantaires, la coral tendrá este próximo curso un total de cincuenta alumnos. De todos ellos, la mayoría son niños (27) mientras que el resto (23) son niñas.

Una vez finalizada la ceremonia de Vestición de los nuevos blauets arrancó un concierto con instrumentos. Además, se celebró la despedida de los alumnos que, al haber finalizado cuarto de la ESO acaban su etapa educativa y su labor en el Santuari y la coral. Por ello, se les hizo entrega de una medalla de la Virgen de Lluc, testigo de los años que han compartido en el centro.
Cabe recordar que la ceremonia simboliza el final de curso de la coral, que no sigue las fechas del año académico habitual.