Marina seca actual.

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La lista de espera de embarcaciones en el Club Nàutic de Sa Ràpita supera las 170. Es por este motivo que desde el club se ha presentado un proyecto de ampliación de la marina seca con el fin de descongestionar esta lista. El proyecto, que se prevé tenga un coste de 85.801,49 €, dará más capacidad a la marina seca existente mediante la ejecución de una nueva estructura metálica que permita albergar nuevas embarcaciones. En total, el CNSR pasará de poder albergar 60 embarcaciones en su marina seca a 87. Así, esta ampliación creará 27 nuevas plazas para vehículos de unos 7,5 o 8 metros de eslora.

La idea principal es la de replicar la marina seca existente, dado que «tras años de explotación ha resultado muy útil y cómoda». Por tanto, la nueva marina seca se proyecta como una estructura metálica de dos alturas, con las mismas dimensiones que la actual. El proyecto no contempla la ejecución de nuevas instalaciones, sino la modificación de las ya existentes para dar cabida a la nueva estructura.

«Este servicio es casi como tener un amarre en puerto», explica Miquela Adrover, gerente del CNSR. Y es que las embarcaciones en marina seca disponen de un «toro elevador» que en poco más de cinco minutos las deja en el mar a punto para navegar. «Una vez regresan a puerto, disponen de amarres de espera donde dejar los barcos, antes de que vuelvan a su sitio», matiza.

En este sentido, el proyecto también contempla aumentar el número amarres de espera. Primero se sumarán 2 amarres y «según el tránsito se podrá llegar a ampliar hasta en 4 plazas más». En total el CNSR tiene actualmente 415 amarres, 7 de ellos de espera.

Cabe recordar, que el CNSR fue pionero en la colocación de una instalación de este tipo en Mallorca en el año 2020.

El plazo aproximado para la ejecución de las obras es de cuatro meses a partir de su inicio. El proyecto está ahora a período de exposición pública y alegaciones.

Impacto ambiental

Para su aprobación definitiva se ha tenido que entregar también un estudio del impacto ambiental de proyecto. Según el estudio, «el espacio ocupado por la ampliación de la marina seca es un espacio reducido en relación con la longitud del límite entre el puerto y su zona circundante. Además, la ampliación se instalaría a continuación de la parte ya ejecutada, a la que daría continuidad».
Por todo ello, se estima que el impacto visual «será siempre muy reducido, ya que la marina seca no es intrusiva en el propio espacio portuario, al tratarse de un uso típico portuario».