La Conselleria de Medi Ambient derribó el polémico chiringuito de la playa Ses Fonts de n'Alis a principios de junio.

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Las divergencias entre el Ajuntament de Santanyí y la Conselleria de Medi Ambient han sido repetidas durante toda la legislatura y, ahora, a pocos días del cambio de Govern, el Consistorio acusa a Medi Ambient de gestionar el Parc Natural de Mondragó según «sus intereses políticos» y muestra su «decepción»..

Entre las máximas quejas del Consistorio, que dirige la ‘popular’ Maria Pons, se encuentran la falta de autorización para colocar un chiringuito desmontable en la playa de Ses Fonts de n’Alis, justo el mismo arenal donde la Conselleria de Miquel Mir ha derribado la instalación existente para recuperar la zona dunar. «El Ajuntament cumplió con su palabra pero quien ha faltado a su promesa ha sido la Conselleria, que no ha autorizado la colocación de un equipamiento desmontable», según indican desde el Consistorio.

Pero esta no es la única queja del Ajuntament santanyiner. El equipo de gobierno asegura que «el parque nunca había estado en tal malas condiciones» y culpa a que «no se ha permitido a los propietarios hacer el mantenimiento de sus fincas y los caminos y playas no han estado atendidas de manera adecuada». Además, añade que «el antiguo chiringuito reportaba unos 500.000 euros de ingresos a las arcas municipales que servían para asumir los gastos que genera la playa».

Por otra parte, el Consistorio de Maria Pons también aprovecha para lamentar la falta de solución por parte del Govern, y concretamente de la Conselleria de Medi Ambient, para poner fin a los problemas de saturación en el Caló des Moro y Cala s’Almunia.

Desde Medi Ambient han sido contundentes en su respuesta: «Lamentamos esta pataleta veraniega cargada de mentiras». La Conselleria de Miquel Mir señala que que «es falso que el conseller no haya cumplido con su palabra porque se les ha dicho que la autorización se les daría una vez finalizadas las primeras tareas de restauración, que será la próxima semana». También lamentan que «sigan reivindicando que el Ajuntament se embolsara de manera irregular 500.000 euros al año por un chiringuito sobre el que no tenía la titularidad».

Sobre el Caló des Moro, Medi Ambient señala que «es de risa que pretendan que sea una competencia de la Conselleria». Y acaban: «En su lista de agravios echamos en falta la nueva estación de bombeo de Es Llombards, una obra de ABAQUA que el Ajuntament se apropió».