Unas 6.800 personas de 45 municipios participaron en la Pujada de 2022. | L. BECERRA

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La XLII Pujada a Lluc a peu de la Part Forana del próximo 9 de septiembre corre serio peligro de no celebrarse por las exigencias en materia de seguridad y autoprotección que la Direcció General d’Emergències ha impuesto a la Associació d’Antics Blavets, organizadora del evento. La gestora de la entidad, formada por el expresidente y alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert, Biel Ferragut y Tomeu Bennàssar, ve «inasumible para una asociación sin ánimo de lucro como la nuestra el poder atender y resolver todas las enmiendas que desde Emergències ya se nos hicieron en 2022 al plan de autoprotección de la Pujada a Lluc a peu de la Part Forana y que para este año siguen vigentes. No tenemos la infraestructura para coordinar más de cuarenta municipios y asumir la seguridad de los participantes».

El informe de enmiendas de Emergències de 2022 señala «inexactitudes u omisiones» que permitían la cancelación de la actividad. Entre ellas destacan la aportación «de los itinerarios reales con rutómetro completo» o establecer «qué tipo de entorno tiene cada itinerario, la variabilidad de montaña, tipos de caminos de montaña y de vegetación forestal que impida más o menos visibilidad, caminos asfaltados, sin asfaltar, día, tarde, noche, luna nueva o luna llena, si hay tránsito de noche,...» o «cartografía en formato digital interoperable que permita el control de la prueba por parte del 112». Se exige también información exacta sobre afluencias, horarios de paso, contactos de responsables de cada municipio y otros detalles «que no podemos afrontar».

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Desde los Antics Blavets manifiestan que «cada año se van añadiendo dificultades para este evento con más de cincuenta años de historia. Desde Emergències ya nos avisaron que para este 2023 no dejarían usar ninguna carretera, solo caminos, para llegar hasta Inca». En el informe del Govern se indica que «debe ser replanteada la seguridad para las personas que transitan de noche por carreteras sin cerrar con el único parapeto de un coche de Protección Civil».

La alternativa que meditan presentar los Antics Blavets al departamento de Activitats Classificades del Consell es organizar una Pujada desde Inca y cerrar la carretera hasta Lluc. Los participantes de los demás pueblos llegarían a Inca en autobús. Mientras, sigue el enfado en los grupos de Whatssap de las agrupaciones de voluntarios que preparan la Pujada desde cada localidad. Su principal queja es que «para eventos que dejan dinero no hay problema en cerrar carreteras y dejar pueblos aislados».