La zona húmeda de Maristany. | Teresa Ayuga

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Cuando se acerca la recta final de legislatura, la Conselleria de Medi Ambient ha sentado las bases con un plan estratégico para preservar los humedales de Baleares. Además de las actuaciones a corto plazo, este también mira hacia el futuro con la intención de ampliar o fijar la protección en un total de 14 humedales de la Part Forana, lo que englobaría 9 municipios. La relación de humedales abarca desde Maristany o el Estany des Ponts en Alcúdia, hasta el Riuet de Porto Cristo (Manacor) o el Prat de Portopetro en Santanyí. La intención, apunta la directora general de Recursos Hídrics, Joana Maria Garau, es poner en valor estas zonas tanto si son públicas como privadas. «Trabajamos en un proceso participativo para identificar los humedales ya que son emplazamientos interesantes no solo por sus masas de agua sino también por su biodiversidad», explica.

Zonas ANEI

Dentro del plan estratégico, de momento se incluyen los humedales del Estany des Ponts y Maristany (Alcúdia); el Estany de na Borges (Artà); la Bassa de Cala Murada y el Riuet de Porto Cristo (Manacor); la desembocadura de los torrentes de Xiclatí y Son Jordi (Son Servera); La Gola y el Prat de l’Ullal (Pollença); el Riuet de s’Illot (Sant Llorenç); sa Porrassa (Calvià); el plat de Portopetro (Santanyí) y el torrente del Caló d’en Marçal (Felanitx). Para ellos tienen diferentes propuestas de protección que, en todos los casos, pasa por declararse zona ANEI, además de estar incluidas (en otros casos) como parque natural o Zepas.

«Hay muchas figuras de protección, no significa que se hagan las que nosotros presentamos ahora en el documento, pero lo importante es no disminuir las zonas de humedales que todavía hay», recuerda la responsable de Recursos Hídricos. Palma también cuenta con humedales de interés que, en algunos casos, han sufrido la presión urbanística como podría ser el caso de la Font de la Vila y para el cual ya se ha trabajado para su preservación. Joana Maria Garau recuerda que «a principios del siglo XIX se actuó para que se desecar los humedales ya que eran fuentes de paludismo. En la mitad del siglo XX ya que se inició su puesta en valor que hoy continua», ejemplifica. La hoja de ruta de este plan es un nuevo paso para ello.