El invierno sin grandes heladas y una primavera cálida con lluvias favoreció la producción de la uva. | Irene Arango

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La producción de vinos con sello propio de calidad está en auge. Así lo demuestran los datos hechos públicos ayer por la Conselleria d’Agricultura que califican el 2022 como un año de récord histórico en la producción de vino. En total, este año se han elaborado 63.548 hectolitros de vinos, lo que supone un 14,2 % más que la producción del año anterior. Nos referimos a los vinos que tienen un sello de calidad homologado como son las denominaciones de origen Binissalem y Pla i Llevant, así como los distintivos del Vi de la Terra de Mallorca, Menorca, Eivissa, Formentera, Balears y Serra de Tramuntana.

El vino tinto continua predominando con el 43,5 % de la producción, seguido del vino blanco en un 38,2 % y el rosado en un 18,3 %. Destaca también que la producción de uva también fue considerable este año ya que se vendimiaron 10.113 toneladas de uva, lo que supone un 15,8 % más que el año anterior. Ello se debe también al buen año agrícola que han tenido los vitivinicultores con un invierno sin grandes heladas y una primavera cálida con algunas lluvias.

La ola de calor del verano fue el único inconveniente que tuvieron los payeses, hecho que provocó que en algunas zonas se limitó la producción mientras que algunos viñedos optaron por el riego de la vid por goteo. Por contra, la baja humedad favoreció la calidad de la uva, de manera que obtuvieron un fruto sano. Destaca también el número de hectáreas dedicadas a la producción del Vi de la Terra (un 12,8 % más) y la D.O. Pla i Llevant (con un 3,9 %).