El vicepresidente de la SAM, Sebastià Nadal; la presidenta de la SAM,Cristina Capó, y el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, presentaron ayer uno de los proyectos más importantes de la legislatura: la planta potabilizadora que abastecerá de agua potable la ciudad de Manacor.    | M.NADAL

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Uno de los proyectos más importantes del actual gobierno de Manacor está a punto de hacerse realidad: ofrecer agua potable a los vecinos de la ciudad. El Ajuntament ha sacado a licitación la instalación de la nueva planta potabilizadora que abastecerá de agua de calidad a unas 11.000 viviendas.

La gran instalación se colocará en el recinto de los depósitos de la empresa municipal SAM, en el polígono agroalimentario, y se prevé que tenga un coste de unos 3,8 millones. La presidenta de la SAM, Cristina Capó, dijo ayer que «la nueva planta se colocará dentro de varios contenedores y estará pre-montada por si se tiene que mover de lugar». La potabilizadora ofrecerá un caudal que oscilará entre los 150 y los 350 metros cúbicos por hora, dependiendo de la demanda. La planta, que entrará en funcionamiento en el 2024, será capaz de producir un máximo de 10.000 metros cúbicos diarios de agua potable.

Preparar la red

Pero para poner en marcha esta instalación, la SAM ya ha empezado a preparar la red municipal de agua para evitar las fugas de las tuberías. Mientras que ya se ha mejorado la red de la zona del Llevant de Manacor, el Ajuntament ha licitado ahora la sectorización de la zona central de Manacor. El vicepresidente de la SAM, Sebastià Nadal, detalló que las actuaciones tendrán un coste de 1,2 millones de euros y «ayudarán a garantizar la eficiencia de la red». En 2024 se mejorará la red de la zona Ponent.

El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, destacó la importancia de esta instalación porque «nos permitirá abastecer de agua potable a la ciudad de Manacor» y destacó que la inversión de la nueva planta se cubre totalmente con el presupuesto municipal.

Oliver también avanzó que el precio del agua se deberá revisar con la puesta en marcha de la potabilizadora. Actualmente, la ciudad es una de las más baratas y los vecinos pagan una media de 25 euros cada dos meses por este servicio. En cuanto se disponga de agua potable, el Ajuntament revisará las tarifas y Oliver avanzó que se deberá tener en cuenta a los grandes consumidores en los nuevos precios. Pero ofrecer agua potable a la ciudadanía conlleva más beneficios que poder consumir agua del grifo. Cristina Capó dijo que la vida de los electrodomésticos se alargará (habrá menos cal), se utilizará menos jabón y se producirán menos plásticos de las garrafas y botellas de agua.