Este año, el acceso al recinto era gratuito y, una vez dentro, se adquirían los diferentes tíquets de comida o bebida. Ello facilitó la presencia de más gente e incluso supuso un mayor número de ventas que en años anteriores. | Joan Socies

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A la fiebre por pescar raors se ha unido la fiebre por comer llampuga o lampuga (Coryphaena hippurus). Miles de personas han desfilado este fin de semana por el puerto de Cala Rajada, en Capdepera, para degustar alguno de los 21 platos elaborados con este apreciado pescado. En total han sido 1.600 kilos de lampuga que repartidos en 80 kilos por stand han servido para dejar muchos panxacontents en la XIX edición de la Mostra de la Llampuga. Aquello de la llampuga en prebes ha quedado relegado para los añejos libros de recetas y ahora la oferta gastronómica gabellina tiene carpaccio, hamburguesas, ceviche, wok, raviolis o pizza todo ello con la lampuga como ingrediente estrella.

Ayer fue el día más concurrido pero la oferta gastronómica empezó en la noche del viernes con el concurso de tapas destinado a cocineros especializados. Allí ya se vieron las apuestas más atrevidas e ingeniosas para cocinar este apreciado pescado. El sábado por la noche llegaba la clásica Verbena Marinera. Ese día la oferta gastronómica se redujo a la paella y algunos asistentes mostraron su descontento con el precio por plato, seis euros. Pero fue ayer domingo cuando los 21 estands mostraron su potencial culinario y antes de las 12 del mediodía la explanada del muelle de Cala Rajada ya se llenó de gente para catar algunos de los platos. Una de las novedades de este año fue el acceso gratuito al recinto, ello facilitó la entrada y distribuyó las colas, lo que hizo que fuesen más cortas.

En la trastienda de cada parada los cocineros trabajaban a destajo. La Confraria de Pescadors de Cala Rajada elaboró paellas y fideuades sin parar. La asociación de la tercera edad de Cala Rajada ofrecía una deliciosa llampuga amb escabetxo. Después el resto de bares, restaurantes y hoteles que participaban también tenían los fogones a todo gas para calmar el apetito. La Mostra volvió a abrir sus puertas a las 18.00 horas y hasta las 22.00 horas se sirvieron más platos de lampuga. A las doce, los políticos pasaron por la Mostra para conocer las delicadas elaboraciones. El alcalde, Rafel Fernández, hizo de anfitrión a los consellers Iago Negueruela y Mae de la Concha, entre otros políticos que visitaron Cala Rajada.