La caza es una actividad muy extendida en el suelo rústico de Mallorca.

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El GOB ha participado en la creación de 57 refugios de fauna situados en fincas rústicas privadas en las que se prohíbe la caza. La entidad aporta su mediación entre propietarios y el Consell de Mallorca, que es la administración que debe declarar estas zonas en las que no están permitidas las prácticas cinegéticas de ningún tipo a petición de los propietarios y con la mediación de una entidad conservacionista.

La última incorporación a la red de refugios de fauna de Mallorca auspiciados por el GOB ha sido Son Sabater, una finca de cultivo de 23 hectáreas de extensión situada en sa Pobla, muy cerca del Parc Natural de s’Albufera. Con ella, los terrenos de Mallorca declarados refugio de fauna suma un total de 1.897 hectáreas.

Una isla de cazadores

La entidad ecologista considera que la caza es una actividad muy extendida en Mallorca. «Salvo algunos espacios naturales protegidos donde no se puede cazar, prácticamente todo el resto del suelo no urbano está ocupado por vedados de caza; por ello es necesaria la creación de zonas donde la fauna pueda vivir tranquila», apunta el GOB.

El pasado 21 de agosto se abrió la media veda de caza y con ella se intensifica cada año la actividad cinegética de manera notable. El próximo 12 de octubre empezará la temporada de caza menor, el periodo de mayor intensidad, que se prolonga hasta el 29 de enero. «Ante esta realidad ya han sido varios los propietarios que se han dirigido a nosotros para interesarse por la figura del refugio de fauna como medio para evitar la caza en sus fincas», asegura el grupo ecologista, que ha ofrecido su mediación para todos los propietarios interesados.

El año pasado, el GOB editó un vídeo en el que recogía el testimonio del dueño de una de las fincas donde se ha declarado un refugio de caza, como atractivo para llamar la atención de los propietarios que quieran sumarse.