Las aguas de Can Picafort se llenaron al mediodía y cientos de curiosos seguían la suelta desde tierra. | M. À. Cañellas

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Las fiestas de la Mare de Déu d’Agost de Can Picafort han crecido en cantidad y calidad en los últimos años, aunque hay una tradición con más de 85 años de historia que sigue siendo la gran protagonista de las celebraciones. La suelta de patos, de plástico para respetar la normativa vigente, reunió este domingo frente al hotel Mar y Paz a más de 3.500 personas, entre nadadores y curiosos que, por culpa de la pandemia, han tenido que esperar dos años para volver a disfrutar de un evento multitudinario, familiar y con sabor veraniego.

A las doce del mediodía un estruendo en forma de cohete anunció que las tres barcas varadas a unos cien metros comenzaban a soltar los patitos de plástico. Ya hacía más de una hora que la mayoría de nadadores esperaban en el agua, muchos con ayuda de colchonetas, lanchas pequeñas o flotadores de lo más variado, aunque la mayoría optó por usar sus brazos y piernas para mantenerse a flote. El uso de los muñecos de plástico favorece que sean muchos más niños los que participen en la fiesta. Aún así, picaforters veteranos reclamaban la vuelta de animales vivos, «a una tradición con más de 85 años de historia». Recordaban como «los patos que se capturaban se soltaban enseguida en el torrente de Son Bauló, donde ya existe una colonia desde hace años».

El público esperando el sorteo de los 211 premios que se repartían
El público esperando el sorteo de los 211 premios que se repartían.

Novedades

Este domingo se lanzaron al mar cerca de 2.000 patos de plástico, de los cuales 999 llevaban un número para participar en el sorteo de 211 premios. Spn las empresas locales y las entidades como la asociación hotelera de Can Picafort las que se encargan de los premios y que van desde vales de descuento a noches de hotel. Los speakers Montse Mulet y Juan Pons relataron uno por uno los premios mientras los nadadores recogían los patos y después anunciaban los números que habían sido agraciados. Este año, como novedad, se han incluido unos 300 patitos de goma exclusivos que llevan una careta de snorkel. La delegada de fiestas, Fanny Ignacio, explica que «como cada año es tradición coleccionar los patos que se capturan, hemos pensado que sería buena idea que se puedan tener estos modelos exclusivos que iremos cambiando cada año».