Tomeu Cifre ha sido alcalde en tres legislaturas distintas. | Juanjo Roig

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Tomeu Cifre dejó este miércoles la Alcaldía de Pollença después de ocupar el cargo en tres ocasiones no consecutivas.

¿Qué balance realiza de estos tres últimos años?
— Arrancamos la legislatura con varios acuerdos sobre inversiones entre los socios de gobierno y ya teníamos un planteamiento para financiarlos porque el Ajuntament estaba saneado económicamente. Llegó la pandemia y nos obligó a cambiar el chip, reforzando todas las acciones que tuvieran que ver con la emergencia sanitaria y social. Apostamos por favorecer el sector de la construcción, el del turismo era imposible, y agilizamos las licencias de obra. Con ello logramos una buena reactivación económica.

¿De qué iniciativa se siente más satisfecho?
— La ejecución del proyecto del cine Capitol, que se unirá con la estación de buses y con otro inmueble, permitirá que Pollença tenga al fin un gran espacio cultural y administrativo como se merece. En el Port se han ejecutado proyectos muy demandados como la reforma de la plaza y el paseo peatonal. Hay que destacar también en un problema que hasta ahora no se había afrontado, como el de la calidad el agua de la bahía de Pollença. Además de haber realizado mejoras de las infraestructuras hidráulicas, hemos encargado dos informes a Arrels de Mar y al IMEDEA que confirman que no estamos tan mal como hace treinta años.

¿En qué se ha diferenciado esta legislatura como alcalde a las anteriores?
— Las tramitaciones administrativas son un gran hándicap. Tenemos una serie de proyectos que no se ejecutan por las dificultades de coordinación entre administraciones.

¿Algún consejo para el nuevo alcalde?
— Andrés Nevado le aconsejo que escuche mucho, pero que tome sus propias decisiones.Al final el ciudadano agradece que hayas sido capaz de resolver las situaciones que se presentan.