La playa pequeña está cubierta de restos de algas en putrefacción que desprenden malos olores. | Lola Olmo

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La Platja Petita, situada junto al club náutico de Can Picafort, no ha sido limpiada este año y acumula una capa de residuos en descomposición que generan un fuerte olor a putrefacción. Esta situación ha provocado las quejas de los vecinos de las viviendas y de los negocios de la primera línea, que ven arruinado su verano al no poder disfrutar de las terrazas frente al mar e incluso teniendo que cerrar ventanas para que el persistente olor no se cuele en sus casas.

El motivo de que esta playa urbana no haya sido limpiada es una incógnita. El Ajuntament de Santa Margalida ha sido el primero en lamentar la situación y sostiene que no puede retirar esta capa de residuos que cubre la arena porque «son lodos procedentes del dragado del Club Náutico que las corrientes traen de nuevo a la orilla; Medi Ambient los tiene clasificados como residuos peligrosos y no permite retirarlos porque en Mallorca no se pueden tratar ni depositar en un vertedero», señala el alcalde, Joan Monjo. El concejal delegado de Turismo, Eugenio Garrido, también ha recogido las quejas de los vecinos de la zona. «El 30 de mayo mandamos una carta a Medi Ambient alertando de que estos olores perjudican a turistas y residentes, y no han hecho nada; estamos impotentes por los perjuicios que causa al turismo y a los residentes en plena temporada turística», señala.

Carlos Valiente pierde clientela en su restaurante por los olores.

Inspección «in situ»

La versión de la Conselleria de Medi Ambient desmiente este extremo. Señala que esta semana han acudido un técnico del área de Residuos y un Agent de Medi Ambient a inspeccionar los residuos malolientes que se acumulan sobre la playa. «Son restos de posidonia en descomposición, el Ajuntament pueden limpiarlos sin ningún problema, como está autorizado en todas las playas urbanas en los meses de temporada de verano», aseguran fuentes de la Conselleria. La misma teoría defiende la Asociación de Vecinos. «Los residuos del club náutico que el oleaje devuelve a la playa proceden de la bocana y son de nivel A, no son peligrosos», apunta el presidente de la AAVV, Joan Mir.

Los vecinos de la playa pequeña señalan que la situación no es nueva. Carlos Valiente, propietario de un restaurante en primera línea, lamenta que «llevo años sufriéndola, los clientes se sientan en la terraza, y luego se van sin consumir por el mal olor». Muchas casas situadas frente a esta playa tienen sus balcones cerrados. Los vecinos dicen que esta playa poco frecuentada tiende a acumular residuos debido a la barrera que ejerce el club náutico y apuntan que «el problema se ha intensificado desde que en 2019 el club construyó un nuevo dique para su escuela de vela».

El apunte
Lola Olmo

Denuncias contra el dragado

Lola Olmo

Vecinos de la zona han denunciado otro problema que afecta a la calidad de vida en sus casas y en la playa pequeña. Denuncian que el Club Náutico de Can Picafort tiene un problema estructural que causa una acumulación de sedimentos que dificulta la entrada de los barcos por la bocana; y otro problema con el tratamiento de los lodos del interior. Ismael López ha interpuesto denuncias ante la Guardia Civil desde el año 2002, en las que muestra maquinaria tirando el material dragado del puerto al mar, al otro lado de la escollera. «En 1991 recogimos firmas de los vecinos contra esta práctica, y lo he denunciado muchas veces, pero nunca he obtenido respuesta ni lo han solucionado». Los vecinos apuntan que se trata de una cuestión económica. «Los lodos son residuos peligrosos que se han de mandar a la Península, y es caro». Por su parte, Medi Ambient confirma que el club ha presentado un plan de dragados cuya tramitación está muy avanzada.