Francisca Sureda recibió la visita de su hija y de su bisnieta. | Assumpta Bassa

TW
1

Flores, bombones y sobretodo muchos besos. El mejor regalo son los abrazos, el contacto piel con piel, poder compartir frente a frente las vivencias diarias, el último libro leído, las compras de la semana... La pandemia privó de todo ello y aunque afectó a todos, quienes lo pasaron muy mal fueron los mayores en las residencias. Poco a poco se va recuperando la normalidad y hoy el Día de la Madre se ha vivido con más ganas que nunca. Las residencias han abierto sus puertas para poder volver a celebrar esta festividad.

En la residencia DomusVi de Capdepera, ubicada en sa Font de sa Cala, ha sido una mañana emocionante y llena de sorpresas. Joan Coll, es el animador y el alma de este lugar que lo ha preparado todo para que las familias puedan disfrutar de la jornada. Muchos encuentros, emociones, recuerdos, lágrimas pero mucha felicidad.

Montserrat Sureda y su esposa Maria José llevaron un detalle a su madre Joana Sureda
Montserrat Sureda y su esposa Maria José llevaron un detalle a su madre Joana Sureda.

Mari Quintana es de Canarias y está en la residencia desde hace seis años. Su hija única, Begoña Santiago se ha acercado a la residencia para darle un cálido abrazo. «Es lo mejor que tengo» comenta la madre que explica que «me llama todos los días. Ella es mi vida. El mejor regalo es verla».
Quien ha recibido una auténtica sorpresa ha sido Francisca Sureda que está en la residencia junto a su hijo Matías. Y es que sobre las 10,30 horas ha llegado una visita inesperada: la de su bisnieta Catalina que le ha traído una orquídea para alegrarle el día. «¿Te acuerdas Catalineta cuando no podíamos darnos besos? Ahora ya si». Antonia Vadell, hija de Francisca, explica que «también le hemos traído flores que ella cultivaba en su casa y así se acuerda de ella».

Francisca Gili llevó bombones a su madre Antonia Vaquer
Francisca Gili llevó bombones a su madre Antonia Vaquer.

Francisca Gili ha regalado bombones a su madre Antònia Vaquer que ha salido a recibirla con su mejores galas. Montserrat Sureda, acompañado de su mujer Maria José, ha llevado a su madre un bonito pañuelo y un corazón con chocolates. Y así se vive en las residencias el Dia de la Madre, un lugar donde los hijos no se olvidan de las madres, sea el día que sea.