Socios de Amics de la Vall de Coanegra, ante la rejilla que cierra el torrente. | Lola Olmo

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La asociación Amics de la Vall de Coanegra ha reiterado sus denuncias contra la propiedad de la possessió Son Oliver por lo que consideran «un abuso privado sobre el camino y el torrente de Coanegra». Este lunes registró dos escritos en el registro del Ajuntament de Santa Maria en relación al cierre del lecho del torrente y a la instalación de una cámara que enfoca al camino. La primera denuncia va dirigida al departamento de Recursos Hídrics de la Conselleria de Medi Ambient, y reitera una denuncia efectuada años atrás por la instalación de una barrera en un puente que une el camino con un portal de acceso a las casas de Son Oliver, y también el cierre de la orilla del torrente con una rejilla en un tramo longitudinal de unos 700 metros.

La asociación considera que los argumentos esgrimidos por Recursos Hídrics hace años para permitir esta rejilla «no son reales; dijeron que era para proteger la privacidad de las casas, pero la ley dice que hay una franja de 6 metros de dominio público desde el lecho del torrente y esta reja lo invade; del mismo modo que nunca había habido ovejas, como esgrime la respuesta de Medi Ambient, simplemente porque se podrían escapar por el lecho del torrente», apunta la entidad vecinal. En 2004 y en 2009, Medi Ambient ordenó la retirada de esta reja, pero después cambió su criterio. La segunda denuncia registrada ayer va dirigida al Ministerio del Interior y es en relación a una cámara de vigilancia instalada sobre un muro de Son Oliver y enfocada hacia el camino. «Lo denunciamos a la Guardia Civil en noviembre de 2020 y su respuesta fue que ‘no procede’, sin ninguna explicación que justifique que esta cámara es legal», apunta la presidenta de la asociación, Assumpció Massanet.

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La barrera que cierra el paso de vehículos fue instalada a la altura de Son Oliver hace dos décadas.

El Ajuntament de Santa Maria, por su parte, mantiene un litigio con Son Oliver por la titularidad del Camí de Coanegra desde que, hace dos décadas aproximadamente, la finca fue vendida y sus actuales dueños lo cerraron con una barrera. Son Oliver también recurrió el catálogo de caminos públicos que el Ajuntament    aprobó en 2014. La sentencia le    fue favorable y desde entonces el catálogo está suspendido. «Trabajamos para documentar que el Camí de Coanegra es público» señala el alcalde, Nicolau Canyelles. Ultima Hora trató ayer de contactar infructuosamente con la propiedad de Son Oliver para conocer su versión de los hechos.

El apunte

El dueño de Son Roig dice que la barrera impide atender las emergencias

Hans Schödel es el propietario de la finca Son Roig, situada al final del camino de Coanegra. Desde que se afincó en el valle, se ha postulado en contra del cierre del camino con una barrera pese a que él y su familia, como propietarios, tienen llave. «Cada fin de semana hay 200 o 300 excursionistas en el valle, a veces hay accidentes graves y he tenido que ir ocho veces a abrir la barrera a los servicios de emergencias; alguna vez la vida del accidentado depende de lo que tarde una ambulancia en poder llegar, y si la barrera está cerrada hay que perder tiempo buscando a alguien que tenga llave. Una vez tuvimos que ir a Valldemossa a buscarla». La barrera que cierra el camino a vehículos ­–tiene un acceso peatonal abierto– fue instalada hace unos 20 años. Sin embargo, en agosto de 2018 se produjo un incendio importante en este valle y la situación cambió. Hans apunta que «el fuego estuvo muy cerca de mi finca y ni los bomberos tienen llave de esta barrera; desde entonces está abierta».