La empresa de Cabezuelo hace el «esfuerzo» de abrir todo el año.

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Antonio Cabezuelo (Andratx, 1966) dirige la empresa de alquiler de coches Autos Omega, en Santa Ponça. Habituada a operar con 100 vehículos, este año ha tenido 60. Valora la temporada de manera positiva aunque la califica como ‘corta’, algo que coincide con otros sectores también vinculados la turismo.

¿Cómo valora la temporada?

—Estamos satisfechos, ha ido mejor de lo esperado. No nos podemos quejar, pero ha sido corta. Ha habido mucha incertidumbre, no sabíamos cómo iba a ser la semana siguiente. También hemos ido justos de coches porque las cadenas de montaje han estado paradas.

¿Cómo son sus inviernos?

—Duros (ríe). Abrimos todo el año, pero el 98 % de nuestros colaboradores van a estar cerrados hasta marzo. Estamos un poco a verlas venir. El trabajo continúa. No es productivo, pero sí necesario para tenerlos a punto para la temporada.

¿Cómo ha capeado la pandemia?

—Ha sido catastrófico. 2020 fue un desastre. Hemos sufrido mucho endeudamiento, los socios hemos tenido que avalar para poder sobrevivir. Hasta 2019, íbamos sobreviviendo y los números salían. Pero la COVID fue una hecatombe. Nos va a costar un par de años remontar hasta volver a tener números positivos. Hemos sobrevivido gracias a los dos préstamos ICO que pedimos y hemos tenido la suerte de que nos han cancelado las dos deudas. Le doy un 10 a la Administración. Esto nos ayuda a ver el futuro con optimismo.

¿Qué ha sido lo más difícil?

—La incertidumbre de no saber cuándo iba a terminar. En la isla dependemos del turismo y si no viene, no tenemos otra opción de sobrevivir. No tenemos otra industria. Es una rueda: sin turismo no hay economía.

¿Han notado cambios en el turismo en los dos últimos años?

—No ha habido cambios en el perfil de cliente. Nos ha venido la misma gente. Sí hemos notado que quien ha estado un año sin viajar, si antes alquilaba el coche una semana, ahora ha venido dos semanas. La gente tiene ganas de salir. Con precaución, por supuesto.

¿Han trabajado con menos coches?

—De los 100 habituales, hemos tenido 60. Por la pandemia, no se fabricaban vehículos y en julio y agosto se han encarecido los precios. En años anteriores, teníamos una competencia brutal. Hay empresas grandes que no están pagando impuestos en la isla, lo pagan todo en la península o en el extranjero. Su negocio es comprar el vehículo, alquilarlo tres meses a 10 o 15€/día y luego los exportan. El negocio está en el descuento del IVA a la hora de comprarlos. Este año han faltado alrededor de 40.000 o 50.000 coches en la isla. Antes había una cantidad brutal y los precios estaban tirados. Era muy difícil sobrevivir.

David contra Goliat

—Me parecería muy bien que, aunque sean multinacionales, se dedicaran a alquilar el vehículo. Pero lo suyo era la exportación. Compraban 15.000 o 20.000 coches y tiraban los precios. Pero el mercado es libre.

¿La escasez de vehículos se mantendrá?

—Los concesionarios nos alertan de que de cara al año que viene va a haber pocos vehículos. No quieren vender coches a las grandes empresas para que hagan el negocio de exportación, que es una competencia directa para ellos también. Quieren venderlos a las empresas que se dedican exclusivamente al alquiler. Pero aun así tardarán tres o cuatro meses en tener el vehículo desde que se pide por la falta de componentes. La crisis de chips a nivel mundial nos acabará repercutiendo.

¿Qué perspectivas tienen para la próxima temporada?

—Pensamos incrementar la flota en 15 o 20 vehículos más respecto a este año y alcanzar los 80 coches. Todo depende de los concesionarios. Aún no podemos recuperar el centenar de cada año. Tenemos que ir con pies de plomo.

¿Llegarán los coches eléctricos al sector?

—En teoría el objetivo es que cada año, sobre todo empresas pequeñas como la nuestra, añadamos dos o tres vehículos. El problema en Mallorca es la falta de estaciones de carga. Hoy en día es complicadísimo. Si hubiera puntos de conexión por toda la isla, la gente los compraría. El objetivo para 2030 o 2035 es tener un 80% de la flota eléctricos.

Durante el verano, ¿hay un exceso de vehículos en las carreteras de Mallorca?

—Este año no lo ha habido. Durante los años normales sí. Las responsables son las grandes empresas con 15 o 20.000 vehículos. Han hecho daño tanto a nivel productivo como de saturación. No pagan impuestos aquí pero sí provocan tráfico.