El alcalde de Consell, Andreu Isern, y la concejala de Promoció Econòmica, Margalida Llabrés, actuaron este martes como anfitriones en un sencillo acto en el que representantes de estos negocios con larga tradición recibieron una placa que pone en valor su trayectoria, de manos del director general de Comerç, Miquel Piñol, acompañado por la directora gerente del IDI, Mariona Luis.
Piñol explicó que el proyecto Emblemàtics, cuya primera fase ha sido la catalogación y publicación de los comercios más representativos de cada municipio en la web emblematicsbalears.es, continuará con campañas de promoción para dar a conocer su singularidad. Isern y Llabrés, por su parte, mostraron su satisfacción por el hecho de que «en un pueblo tan pequeño y con la competencia que suponen las grandes superficies, hayan podido sobrevivir durante generaciones cinco comercios emblemáticos, que habrían sido seis hace un mes de no ser por el cierre de Can Moranta por jubilación; en proporción, son más que los que quedan en otros municipios más grandes».
Las placas que acreditan esta tradición fueron recogidas por Araceli Oliver por parte de Bodega Ribas, fundada en 1711; Xisco y Maria Gelabert, actual generación de panadero y pastelera al frente del Forn de sa Plaça, abierto hacia 1850; Francisca Amengual, de Ferreteria Consell, abierta hace más de 75 años y conocida como Can Ramallet; Miquel Gual, presidente de Camp Mallorquí, y Joan Campins, cuarta generación de la familia que confecciona los tradicionales cuchillos Campins desde 1890.
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