Desde hace unos años el Correbou de Fornalutx ha recuperado la tradición de bajar por el Camí de Tramuntana hasta la plaza. No hay por tanto carreras ante el buey y el trato al animal    más garantizado que antes. También se suele celebrar en día laborable para que sea sobre todo «una fiesta para la gente del pueblo». | Pere Bota

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Por segundo año consecutivo Fornalutx celebrará las fiestas patronales de la Natividad de la Mare de Déu sin poder disfrutar del acto más esperado por la mayoría de fornalutxencs: la Baixada del Bou. El concejal de fiestas, Felip Reynés, ha programado para día 4 de septiembre un vídeo conmemorativo en homenaje a esta tradición que de alguna manera suplirá el festejo. El concejal ha declarado que «las restricciones vigentes por    la pandemia impiden celebrar este acto, por lo que este será el segundo año que se tienen que cancelar». En contrapartida el vídeo editado por el ayuntamiento se proyectará en la plaza a lo largo del sábado, a partir de las 10 horas. Se trata de una grabación que recopila imágenes de pasadas ediciones del Correbou. Según Reynés el acto estará animado por los los Xeremiers de Fornalutx.

Después de años de polémica y de protestas de los animalistas, con la aprobación de la nueva ley balear de protección animal, en 2017 el consistorio consiguió salvar el festejo con el mismo formato que se celebraba cuando todavía no era un Correbou.

La nueva fórmula ya completamente adaptada a la ley, consiste en el traslado a pie de un buey manso de raza mallorquina, que años anteriores fue cedido por la Asociación de Criadores de Raza Bovina Mallorquina. El buey es conducido por un antiguo y estrecho camino empedrado que recibe el nombre de Camí de Tramuntana que llega hasta el mismo centro del pueblo. Allí es coronado con laurel por una joven del pueblo.

A pesar de esta drástica modificación de la fiesta los animalistas siguen estando en contra.