Debido a las restricciones a causa de la pandemia por el coronavirus, las playas de Mallorca tienen un aforo limitado. Con el nuevo concurso, el Ajuntament de Santanyí contratará controladores de playa que velarán para que se cumplan todas las normas sanitarias vigentes.

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La falta de efectivos de la Policía Local en todos y cada uno de los municipios de Mallorca ha provocado que algunos alcaldes tomen una decisión y apuesten por garantizar la seguridad en sus municipios a toda costa. Con este objetivo, el Ajuntament de Santanyí ha tomado la determinación de contratar seguridad privada durante los meses de verano para así poder controlar todos y cada uno de sus trece núcleos de población, además de las playas, y facilitar que los agentes se dediquen a las tareas propias de la Policía Local.

La alcaldesa del municipio, Maria Pons, avanzó que el Consistorio ultima la convocatoria de un concurso para adjudicar a una empresa estas tareas de vigilancia privada.

El servicio se sacará a licitación por un valor de 60.000 euros y con él se dispondrá de seguridad privada en los posibles actos festivos que se puedan celebrar este verano (siempre dependiendo de las medidas que haya vigentes por la crisis del coronavirus) y de controladores de playas que velarán por el cumplimiento de las normas sanitarias y, además, controlarán el aforo permitido en cada uno de los arenales.

Proceso

La alcaldesa Pons explicó que la partida se habilitará con la incorporación de remanente de tesorería en el presupuesto municipal. Este trámite se encuentra ahora en exposición pública (se aprobó en el último pleno municipal) y después se sacará el servicio a licitación. Desde el Ajuntament quieren que el personal extra de seguridad empiece a trabajar cuanto antes y el servicio, seguramente, se prestará durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre cuando más visitantes y turísticas acuden a Santanyí y a sus muchas playas.

La alcaldesa recordó que la plantilla de la Policía Local es totalmente insuficiente para llevar a cabo sus tareas propias y, además, controlar el aforo de las playas y el cumplimiento de las normas sanitarias, tal y como ocurrió el verano pasado. Actualmente, el municipio cuenta con una plantilla de entre 35 y 40 agentes «que se podrá destinar íntegramente a desarrollar sus trabajos porque tendrán el apoyo de los trabajadores de seguridad extra tanto en la costa como en los actos públicos», según Pons.

El proceso para contratar a los guardas de seguridad y a los controladores de playa se hará a través de un concurso público y se adjudicará el servicio a una empresa que deberá a aportar el personal necesario para cubrir las necesidades del municipio de Santanyí. Maria Pons recordó que «ya disponemos de un guarda de seguridad en el departamento de Servicios Sociales desde hace meses y ahora ampliaremos este servicio a todo el municipio para disponer de vigilancia en cuanto se necesite».

Esta medida se toma ante la imposibilidad de los ayuntamientos de ampliar las plazas de las plantillas de la Policía Local y para dar una solución al problema de falta de agentes que existe desde hace años.