Delfí Mulet es un matemático apasionado por la música y el país.

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La música es uno de los pilares de Delfí Mulet Mas (Algaida, 1962). Profesor de matemáticas del IES Sineu fue, en su juventud, el primer codirector (junto al president Francesc Antich) de la revista local Es Saig, una cabecera de Premsa Forana que acaba de cumplir 40 años. Mulet es también uno de los puntales del cantautor algaidí, Biel Majoral y del grupo s’Arrual Jazz Mort. De todo ello hablamos con él.

¿Como surgió la revista Es Saig?

—En 1979 hubo elecciones, había surgido la candidatura de los Independents de Algaida, con fuerte presencia del PSM, y se hacían actividades para poner en marcha el pueblo. Sobretodo lo que nos llevó a impulsar Es Saig fue impulsar la lectura en catalán. La información cercana abría la puerta a leer en catalán. El Ajuntament, la Obra Cultural Balear o el rector, entonces Miquel Mulet, estaban implicados en el proyecto.

Pero usted era muy joven...

—Mi padre (Pere Mulet) y el rector eran los que llevaban el peso de la revista, y Xisco Antich y yo la dirigíamos. Después Xisco optó por la política y yo permanecí en el seno de la revista hasta el año 2002. Era una época en la que la sociedad se estructuraba para crear las cosas que no tenia. Antich y yo antes de sacar el primer número fuimos casa a casa por todo el pueblo para buscar suscriptores. Así, antes de tener el primer número publicado ya teníamos 400 suscriptores. En aquellos años el 80 % del pueblo recibía Es Saig.

¿Que ha significado la Premsa Forana para la normalización de la lengua catalana?

— Ha sido un trabajo fundamental. Hasta los años ochenta había pocas revistas en la Part Forana. Fue en aquella década cuando surgen la mayoría y ya en lengua catalana. Hicieron que el catalán fuera normal, cotidiano, para la gente que no leía. Yo creo que en aquellos momentos no éramos conscientes, por lo menos yo no lo era, del trabajo que estábamos haciendo de normalización del catalán. La gente descubría que podía leer en su lengua tras muchos años de hacerles creer que solo lo podían hacer en castellano. La gente normalizó la lectura en catalán y, tal vez, después eso ayudó a que se asumiera en el Estatut el catalán como nuestra lengua.

¿Mantiene Es Saig o la Premsa Forana su papel de proximidad al lector?

—Sí, las revistas acercan aquellas noticias que no aparecen en los grandes medios, además llega a gente que no tiene acceso a internet, por ejemplo. Tampoco creo que estas revistas deban ir más allá. Tienen su espacio que aún existe.

¿Cómo ve el papel de la prensa escrita en catalán en la Isla?

—Tengo la impresión que la prensa en general pasa por momentos complicados. La que escribe en catalán aún más. Lo que se hace en catalán nos lo tenemos que hacer nosotros, como hicimos en los ochenta con Es Saig. Si tiene que haber prensa en catalán debe ser una decisión política de país. Si al país le interesa debe existir. Como negocio tengo la impresión que nunca funcionará. Así como existe IB3, que supongo que es deficitaria, el Govern debe decidir si le interesa que los ciudadanos de las Balears puedan leer a diario en catalán.

Cambiando de tema. ¿Qué representa la música para usted?

—Personalmente es una manera de relajar mis neuras. Después es una herramienta que me ha abierto a relaciones con personas que han sido centrales en mi vida. Biel Majoral, Biel Torres, Toni Isern... con ellos me une una estrecha relación. Pero también me ha permitido conocer gente de fuera como puede ser Jaume Arnella que no habría conocido sin la música.

¿Qué habría sido de Biel Majoral sin usted o Biel Torres?

—Algo habría hecho. Sin duda, especialmente Biel Torres ha dado calidad, estructura a las piezas, los arreglos de la formación. También es verdad que Biel Majoral sin nosotros dos no habría hecho lo que ha hecho.

También es una manera de normalizar la lengua...

—Más que normalizar la lengua ha sido normalizar la cultura. Además de la lengua incluye muchas otras cosas. Biel ha creado una escuela y un registro de lo que era la canción. En sus actuaciones hay un 50 % de mensaje cultural. También como profesor de catalán ha sido muy meticuloso con la lengua. Como dice Biel «un pueblo puede perder su cultura pero no la lengua».

¿Con Majoral habéis puesto de relieve la figura de Pere Capellà?

— Siempre lo ha tenido muy presente, había conocido su familia y con el padre de Pere, Llorenç Batle, descubrió a un gran glosador. De Pere Capellà hemos querido destacar su papel más allá de escritor, el maestro inhabilitado, su compromiso con el pueblo, con el país.