Imagen de los bloques ilegales de Cala Llamp. | Michel's

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En fracaso. Así ha acabado el último intento de los propietario de los 12 apartamentos ilegales de Cala Llamp para evitar a la desesperada la ejecución de la sentencia de demolición dictada hace siete años. No obstante, al caber recurso de apelación (de improbable éxito) ante el TSJB, este nuevo enredo judicial vuelve a retrasar sine die el inicio de la obras de derribo.

Una fecha que podría demorarse meses y obligar al Ajuntament d’Andratx a redefinir el contrato que ya tenía adjudicado con la constructora Amer e Hijos, puesto que los plazos estipulados para la ejecución de las obras, tras la última triquiñuela judicial de los dueños de los inmuebles, han quedado en papel mojado. El magistrado titular del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Palma, Alejandro Gómez Mariscal de Gante, echa por tierra los argumentos esgrimidos por la propiedad para evitar la demolición de los dos bloques ilegales de 12 apartamentos de la calle Tonyina de Cala Llamp.

Siete años después de la sentencia firme, los titulares de las viviendas alegaban ahora que, en su sentencia de 2013, el mencionado juzgado nunca hizo referencia al derribo de las construcciones levantadas mediante la concesión irregular en 2005 de una licencia urbanística, sino a la «restitución de la legalidad».

En su último auto, el mismo juzgado tira por tierra tal maniobra, «carente de eficacia», y recuerda que ya en 2013 se interpretó la ejecución de la sentencia y se ordenó la «demolición de la obra» acordada, deviniendo firme y sin que, por parte de la propiedad, procediese aclaración o rectificación alguna del escrito.