La denominada ‘nueva normalidad’ llegó a la red de refugios del Consell desde su reapertura en el mes de septiembre. La reducción de aforo disponible, que primero fue de un 50 % y después de un 70 %, se ha unido a las estrictas medidas sanitarias por la evolución de la pandemia. | Emilio Queirolo

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La número total de personas que han utilizado durante 2020 alguno de los refugios de la red del Consell de Mallorca ha caído cerca de un 80 % con respecto a 2019. Si en aquel año el número total de usuarios fue de 32.144, el año pasado la cifra final ha sido de 6.858, lo que representa exactamente un 78,66 % menos.

Considerando los meses de confinamiento y el cierre por la llegada de la temporada baja con el verano, los refugios han estado con sus puertas cerradas casi medio año, desde la segunda quincena de marzo hasta septiembre. A pesar de eso, se pueden extraer varias conclusiones de las cifras globales de ocupación desglosadas por mes y establecimiento, que ha hecho públicas el Consell.

Crecimiento truncado

El primer trimestre del año empezó con unas cifras ligeramente superiores a las de 2019. En general hasta que llegaron las primeras noticias sobre la expansión del coronavirus, muchos mallorquines seguían utilizando los tradicionales refugios. Can Boi, Muleta, Tossals Verds, Son Amer, Pont Romà o Coma d’en Vidal comenzaron el año con un enero similar al del año anterior, al que siguió un febrero que hacía presagiar una buena temporada que superaría a la precedente. Sin embargo los datos hablan por sí mismos.

A los cinco meses de cierre siguió una tímida recuperación que llevó a que un refugio tan popular como el de Tossals Verds tuviera 206 pernoctaciones en septiembre, cuando en el mismo mes del año anterior la cifra había alcanzado las 1.081. Similar fue la situación en Son Amer, que de 1.006 en ese mismo mes de 2019 pasó a 178.

Sin duda los elementos a considerar en este desplome de las cifras han sido, además del cierre entre el 15 de marzo y el 26 de junio, la reducción de los aforos al 50 % a partir del 1 de septiembre, que en las últimas dos semanas de diciembre se amplió hasta el 70 %.

A pesar de estos datos y siendo conscientes de que se deben a circunstancias extraordinarias, el Consell continúa apostando por esta red de alojamientos. En octubre se iniciaron las obras del nuevo refugio de Galatzó. La obra tendrá un coste de casi un millón y medio de euros y dispondrá de 52 nuevas plazas.

Por otro lado, se ha abierto un concurso de ideas para el que será el refugio de Raixa. Con 50 plazas, se convertirá en el tercero más grande de la Isla. Su presupuesto asciende a 3.600.000 euros y rehabilitará las cases de l’amo.