Constante deterioro. No hace muchos años el conjunto de las barracas era una de las estampas más bellas y fotografiadas de Portocolom. El ‘limbo’ en el cual han estado últimamente no ha ayudado a su mantenimiento, que se ha visto agravado por los fuertes temporales.

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La degradada imagen que ofrecen actualmente la mayoría de barraques de Portocolom cambiará gracias al proyecto de recuperación impulsado por Ports IB (organismo público del Govern Balear) que se ha puesto en marcha. La semana pasada, los arquitectos hicieron las primeras visitas para evaluar el estado de cada una de estas casetes de pescadores y sus elementos complementarios: las escaleras y los mollets, tanto a nivel individual como en su conjunto. Asimismo empiezan a planificar el comienzo de las obras.

En la bahía de Portocolom hay unas 150 barracas, la gran mayoría agrupadas en dos zonas, es Riuetó y sa Bassa Nova. Tal y como avanzó Ultima Hora hace un año, con las obras de remodelación se ha previsto una inversión de entre 6 y 7 millones de euros.
El proyecto de Ports IB, acordado con el departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca, consiste en reforzar la estructura de las barracas, muchas de las cuales forman parte del paseo peatonal, que en algunos tramos ahora está vallado para evitar males mayores.

Control

Los mollets, muy afectados por los temporales dentro del puerto desde que se dragó, también se reforzarán y se cambiarán las puertas de madera tan características. Para ejecutar este ambicioso proyecto, el primer paso es que Ports IB asume el control. Estas barracas formaron parte en su día de la concesión administrativa del Club Nàutic Portocolom. Sin embargo, el Govern ratificó en 2018, en aplicación de la Ley de Costas, su decisión de que estos elementos singulares y que dan una fisonomía singular al puerto, pasasen a formar parte de su gestión directa.

El Club Nàutic ha gestionado la recogida de las llaves para facilitar la labor a los técnicos. Su presidente, Climent Garau, ha explicado que «éstas dejarán de formar parte de la concesión del Club (que actualmente las gestiona en precario) y pasarán a depender directamente de Ports, que será el organismo que establezca el canon anual que deberá pagar cada uno de los usuarios».

«Debido a la situación de precariedad de la concesión, Ports nos ha solicitado colaboración para poder acceder y comprobar su estado; hemos contactado con los socios del Club que tienen su uso para que nos hicieran entrega de las llaves y ya hemos recogido unas 100», explica Garau.