Imagen de una concentración de caravanas en Alcúdia.

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El Ajuntament d’Alcúdia ha comenzado a instalar pilones y rocas en los principales accesos a las playas del Nord con la idea de frenar la masificación de coches y caravanas, y el consiguiente riesgo de incendio.

La pandemia ha agravado los problemas históricos que ya se daban en las playas de Alcanada, sa Marina y la Victòria. Todos los fines de semana sobre las 11 horas el Ajuntament se ve obligado a cerrar estas playas por exceso de aforo. Con la limitación de aparcamientos (tanto de caravanas como de vehículos) intentan minimizar los desplazamientos a las zonas sensibles.

Moda vacacional

«Este año hay un boom de caravanistas. Con la pandemia ha aumentado el número de empresas de alquiler de caravanas y también muchos particulares han decidido comprar este tipo de vehículos para pasar sus vacaciones porque no quieren ir a un hotel», explica el regidor de Medi Ambient, Tomàs Adrover.

Tanto es así que los propietarios de un solar urbano del Port d’Alcúdia han presentado un proyecto al Ajuntament para habilitar un cámping para caravanas en la trasera de la gasolinera del Port. «No han entrado formalmente la solicitud de licencia pero vinieron a preguntarnos si era posible y sabemos que han comenzado a preparar la tramitación», confirma el regidor de Urbanismo, Joaquín Cantalapiedra.

El cámping tendría capacidad para unas treinta caravanas y estaría autorizado solo para estancias cortas. «Podrían estar allí máximo 15 días, excepcionalmente tres semanas porque se quiere evitar en cualquier caso que se convierta en un poblado o asentamiento permanente», dice Cantalapiedra. Explica que si finalmente se pone en marcha esta instalación «el Ajuntament podrá cambiar la normativa para impedir los asentamientos en lugares no autorizados».

El cámping dispondría de corriente eléctrica, agua potable y un sistema para evacuar las aguas grises que es, junto con el riesgo de incendios, lo que más preocupa al Ajuntament del creciente caravanismo en las playas.

Los primeros caravanistas comenzaron a instalarse hace años en la zona del Corral de Bennàssar pero la moda se fue extendiendo a Alcanada, la explanada junto al puente de la Victòria y en menor medida en el mirador de la playa de Sant Joan y en s’Illot. De momento el Ajuntament ya ha limitado los accesos en el Corral de Bennàssar, Sant Joan y la Victòria y ahora tiene previsto intervenir también en la entrada de la playa de Alcanada.