Imagen de los participantes en una edición anterior de la Correguda en Roba Interior de Bunyola.

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Pese a que es proverbialmente conocida y reconocida por ellos mismos su «poca responsabilidad» y sus pocas ganas de «respetar la legalidad», los organizadores de la Correguda en Roba Interior de Bunyola anunciaron que este martes que el coronavirus obliga a suspender este año la carrera que, tradicionalmente, se celebra durante las fiestas patronales Sant Mateu, en septiembre. En un comunicado trufado de broma e ironía, los organizadores de la carrera en bragas y calzoncillos aseguran que, tras 14 años de «buscar excusas para no celebrarla», consideran que necesitan de un «año sabático» para perder un «par mallorquín» de kilos y «poner las abdominales más fuertes». Lo que en lenguaje de gimnasio y mancuerna viene siendo un six pack.

Asimismo, el comité organizador se muestra muy apesadumbrados porque, con la cancelación de la prueba, este año nadie se podrá quejar del pregonero de la fiesta. «Nos sabe muy mal», afirman; al mismo tiempo que lamentan que tampoco nadie podrá quejarse de que «hay mucha gente», ni de que «tres euros por una barra libre es muy caro» o de que «tres euros por una barra libre es muy poco y la gente bebe demasiado».

Tampoco podrán formularse las tradicionales objeciones por el exceso de sol y calor, ni, evidentemente, sobre el hecho de que «llueve como cada Sant Mateu». No obstante, pese a la ‘profunda depresión’ en que la que viven sumidos, los organizadores de la carrera se comprometen a «encontrar fórmulas» para que la tradición no muera este año y el espíritu provocador de la correguda «siga vivo en nuestros corazones».