Los portavoces Jonathan Romano (Podem), Núria Garcia (Més) y Paulí Faba (PP) denuncian «falta de ética». | Assumpta Bassa

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La oposición en bloque (Més, PP y Unides Podem) ha denunciado que el alcalde, Rafel Fernández (PSOE) ha «adjudicado a dedo las obras de emergencia del paseo marítimo de Cala Rajada a la misma empresa que hace la reforma de su casa». Unos hechos que, según califican, «son moralmente reprobables, tanto si tienen como no justificación legal».

El pasado mes de marzo el Ajuntament de Capdepera adjudicó las obras de emergencia del paseo de Cala Rajada para la reparación de los daños causados por la borrasca ‘Gloria’. Unas obras que, según la oposición, «se adjudicaron sin concurso y costarán de momento más de 1,2 millones de euros a los ciudadanos del municipio».

Los diferentes grupos de la oposición han manifestado públicamente que «durante estas últimas semanas muchos ciudadanos ha mostrado su indignación por el hecho de que esta misma empresa esté llevando la reforma de la casa habitual del alcalde, coincidiendo con la adjudicación de las obras del paseo por vía de emergencia. Esta empresa también ha realizado otras obras menores en diversas instalaciones municipales».

Consultado por Ultima Hora, el alcalde Rafel Fernández manifestó su decepción con la oposición por «jugar con cosas privadas». Asegura que las obras «no se han dado a dedo, el decreto de emergencia permite una licitación exprés y esto es lo que hicimos. Firmé dos decretos de emergencia para hacer las obras en los dos paseos y se adjudicaron a dos empresas». Fernández asegura que la empresa a la que se refiere la oposición «ya realizaba diferentes obras para el Ajuntament y en aquel momento era la única con infraestructura suficiente para empezar las obras de un día para otro». Así recordó que «vine de Madrid con la autorización para hacer las obras y empezaron al día siguiente. No todas las empresas están preparadas para actuar con esta inmediatez».

Desde la oposición entienden que «este hecho con independencia que sea legal, es inaceptable y poco ético. La vida política en la actual situación de crisis reclama la máxima ejemplaridad de los cargos públicos. Situaciones como éstas en las que se mezclan de manera tan confusa la actividad privada y la contratación pública provocan la alarma entre la gente y una enorme desconfianza hacia la clase política, más en un caso donde se han adjudicado obras por vía de emergencia sin seguir los trámites habituales de contratación a la empresa de confianza del alcalde». La oposición dice que «aunque sería aconsejable la suspensión de las obras para verificar que todo lo que se está haciendo en el paseo marítimo obedece a obras de emergencia, ello supondría perjudicar a la gente del pueblo».