Imagen de uno de los cercados eléctricos instalado en un jardín de una casa de la urbanización de Cala Llamp. | Michel's

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Los vecinos de la urbanización de Cala Llamp se han hartado de los estragos que la superpoblación de cabras silvestres provoca en sus jardines. De esta manera, algunos de ellos han optado por instalar un cercado eléctrico alrededor de sus propiedades para evitar que los animales las invadan. Según ha podido comprobar este rotativo, una docena de vecinos ya han cercado sus jardines con tendido eléctrico de bajo voltaje para evitar así que las colonias incontroladas de cabras silvestres se metan en sus parcelas en busca de alimento. Como se puede comprobar en la imagen superior, se comen hasta los cipreses.

Los vecinos de Cala Llamp afectados se consideran víctimas de una superpoblación descontrolada de cabras. Uno de ellos, residente en la calle Castanyetes, asegura que los animales le han llegado a ocasionar daños en su jardín por valor de hasta 2.000 euros.

La medida adoptada por estos vecinos de electrificar sus jardines para disuadir a las cabras de acceder a ellos no ha sido bien acogida por los colectivos animalistas. En declaraciones a Ultima Hora, el portavoz Guillermo Amengual asegura que, aún siendo consciente de los problemas y perjuicios derivadas de la superpoblación de cabras, se trata de una acción «ilegal» que denunciarán ante la Guardia Civil. Asimismo, señala que la electrificación también supone un riesgo para las personas.