El Taller del Bisbat restaura un retaule de la parroquia SANTA MARGALIDA. El Taller del Bisbat restaura un retaule de la parroquia. | Redacción

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El taller de restauración del Bisbat de Mallorca dedicará tres meses a devolver su antiguo esplendor al retablo de Sant Francesc y a la antigua mesa central dedicada a la Assumpció que completa este conjunto artístico situado en la parroquia de Santa Margalida.

Esta intervención, financiada por el Consell, responde a un proyecto presentado por el Obispado para 2019, en base los estudios preliminares que se realizaron en 2017 para determinar los materiales y técnicas que se utilizaron en la construcción e este retablo.

Estudio histórico

Los datos aportados por el historiador margalidà Xisco Bergas han permitido entender el estado de conservación que presentaba el retablo, los factores de degradación, un paso necesario para que el equipo interdisciplinar que trabaja en su restauración pudiera establecer los criterios de intervención necesarios.

El retablo de Sant Francesc era, originariamente, el de La Assumpció; datado entre los años 1564 y 1568, se trata del más antiguo de la parroquia. Posteriormente, en 1653, se añadió la parte central del ático, obra de Rafel Blanquer.

Este retablo fue colocado en su actual ubicación hacia 1710, momento en que pasó a venerar a Sant Francesc. La estatua central del nicho es obra de Marc Llinás y está datada en 1874.

Los trabajos de los restauradores finalizarán este mes de diciembre. Durante la investigación histórica preliminar, se han hallado curiosidades que cuentan su historia. Las pinturas parecen obra de distintos autores con distinto nivel de calidad artística. Además, la predela se puede abrir y está decorada en su interior, debido a que en sus inicios contuvo una figura de la Mare de Déu morta.

La restauración de todo el conjunto se desarrolla en tres apartados: la arquitectura, la escultura y las pinturas, bajo la premisa de respetar su autenticidad y de no alterar su estructura material.

El mal estado de conservación que presentaba el retablo se debía, en parte, a las alteraciones causadas por numerosos montajes y desmontajes a lo largo de su historia, además de los factores ambientales y el envejecimiento de los materiales. Las restauradoras que participan en este proceso son Beatriz Requena, Victoria Reina, Maria Antònia Fernández, Francisca Jaén, Maria del Mar Riera, Mercedes Tomé, Raquel Garduño y Antònia Reig como directora.