Además de 1.442 hectáreas terrestres protegidas, el Parc Natural de es Trenc–Salobrar cuenta con otras 2.328 de marinas. Además, todo su litoral queda incluido en el mapa de praderas del decreto para la protección de la posidonia oceánica. | Pedro Aguiló Mora

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El principal quebradero de cabeza de la Conselleria de Medi Ambient este verano, respecto al Parc Natural de es Trenc–Salobrar, ha sido la gestión de las toneladas posidonia varadas en las playas de sa Rapita y ses Covetes. El foco mediático y social se ha puesto sobre la conveniencia o inconveniencia de retirarla o no hacerlo.

No obstante, el alga muerta no es el único problema que atañe al futuro del parque y de cara a la temporada de 2020 habrá que ver como se gestiona la llegada prácticamente diaria a esta área natural de una docena de autocares cargados de cientos de jóvenes turistas procedentes de polos hoteleros como s’Arenal o Magaluf (con sus altavoces portátiles y cajas de picnic) y, de forma más perentoria, cómo se aborda el control en los fondeos de embarcaciones recreativas. Pues cabe recordar que la extensión del Parc Natural de es Trenc–Salobrar, además de 1.442 hectáreas terrestres, abarca otras 2.328 de marinas.

En 2016, cuando se oficializó la declaración de parque natural marítimo–terrestre, el entonces conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, dio por hecha la necesidad de limitar los fondeos en la zona. Una opción en la que abundó un año después con el inicio de la tramitación del decreto para la protección de la posidonia oceánica, cuyo mapa de praderas incluía todo el litoral de es Trenc, debido a su «alto valor» ambiental y que restringía el fondeo de embarcaciones de recreo a un campo de boyas ecológicas similar al que hace un tiempo se viene utilizando en el vecino Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera. Sin embargo, dos años después, todavía no se ha adoptado una postura firme al respecto.

Según fuentes de la Conselleria de Medi Ambient, ahora presidida por el conseller Miquel Mir, la dirección general de Espais Naturals se encuentra enfrascada en la redacción del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) y será este plan de gestión el que fije cómo y de qué manera se controlarán y regularán los fondeos, «aunque de momento no hay ninguna decisión tomada al respecto», reconocen las fuentes consultadas.

Aunque según ha podido saber este diario por otras fuentes, el PORN se está redactando con máxima prudencia y, en lo que respecta de forma concreta a la regulación de los fondeos, «se anda con ‘pies de plomo’», puesto que el Govern «quiere tener muy claro hasta dónde puede llegar sin riesgo de impugnaciones». El tema es extremadamente sensible y desde la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares ya se han mostrado reticentes a limitar los fondeos en el área marina del parque natural de es Trenc, donde se concentran habitualmente desde pequeñas embarcaciones a megayates de más de 30 metros de eslora, como el que se incendió la semana pasada a varios centenares de metros de la orilla.