Cala Varques sigue siendo centro de controversia por el chiringuito, las acampadas y los coches aparcados en la carretera. | Redacción

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El pasado mes de abril la Conselleria de Medi Ambient impuso una sanción de 100.000 euros al propietario del chiringuito de Cala Varques, prohibiendo además su reapertura. A pesar de ello, la cantina sigue vendiendo comida y bebida a los bañistas que se acercan a la cala del municipio de Manacor. No solo eso, si no que también se aprovecha de ser el único proveedor. Una cerveza puede costar hasta 5 euros.

La causa que motivó esta sanción fue la alteración de las condiciones de un espacio de relevancia ambiental sin autorización y con finalidad de carácter comercial. De hecho, el dueño reconoció en varias actas la finalidad comercial del negocio que lleva desde hace ocho años. A raíz de esto, se instó al propietario a que cesara la actividad de venta y desmantelara las instalaciones no autorizadas, pero según apuntan algunas fuentes este consiguió un documento notarial que afirma que se trata de su domicilio personal, que es inviolable.

Ante la negativa del dueño, Medi Ambient levantó diez actas entre los días 13 y 27 de abril constatando que el bar no ha sido desmontado, y estudian la posibilidad de que pueda constituir un delito de desobediencia. De ser así, las penas previstas son de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses. Desde la Conselleria aseguran que de momento no pueden hacer nada mas porque deben esperar a que la Fiscalía termine con el proceso tras que ellos les entregaran toda la documentación.

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Los agentes, tanto de Medi Ambient como del Seprona, iniciaron este expediente sancionador en 2016 y hasta el mes de abril de este año no se cerró. Un expediente que ha tenido continuidad durante tres años. No obstante, esto parece importarle poco al dueño del chiringuito, que sigue vendiendo encima de la playa y se niega a desmontar el negocio. En esta situación, cabe señalar la pasividad de Demarcación de Costas.

Sobreocupación

El chiringuito sigue vendiendo en la cala, pero es que también siguen produciéndose imágenes de colapso en la carretera. La difusión que se hace de la playa a través de páginas web y redes sociales atrae a una gran cantidad de turistas cada verano. Por eso, desde hace un par de años es recurrente ver colas interminables de coches en la carretera. Los problemas de Cala Varques parecen no terminarse nunca.