La vicepresidenta Bel Busquets acudió a Can Domènech para interesarse por los resultados de la campaña de excavación ya finalizada. | Juanjo Roig

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Una nueva campaña «espectacular», tal y como la define el codirector de las excavaciones de Pol·lèntia, ha puesto de relieve la necesidad de crear un centro de investigación sobre el yacimiento además de otros cercanos como el de Son Real o Bocchoris.

La vicepresidenta del Consell, Bel Busquets, anunció este miércoles durante la presentación de los resultados de la campaña arqueológica de este verano que el Consorci de Pol·lèntia «se está planteando la creación de este centro que permitiría disponer de un lugar adecuado como espacio museístico, divulgativo y de trabajo arqueológico».

Entre las posibles alternativas figura la finca de Sa Tanca de Can Domènech, situada en las proximidades de la ciudad romana y que el Consell de Mallorca quiere comprar por 1,2 millones de euros procedentes del impuesto de turismo sostenible. Tal y como publicó Ultima Hora, se trata de una iniciativa que nació en 2016 desde el Ajuntament d’Alcúdia, cuando inició conversaciones con el Consell para evaluar la posible construcción de este centro. Además de la compra de la finca, la infraestructura necesaria requeriría de otros tres millones de euros.

Por el momento, el proyecto se plantea a medio plazo aunque el codirector de las excavaciones de Pol·lèntia, Miquel Àngel Cau, cree que «es una carencia importante, que sí tienen otros yacimientos de similar relevancia en España, y una reivindicación histórica que permitiría dinamizar Pol·lèntia».

Campaña exitosa

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En la presentación que se realizó ayer en el casal de Can Domènech, sede del Consorcio de Pol·lèntia, se expusieron algunas de las piezas más reseñables que se han localizado en la campaña de excavaciones que ya ha acabado.

Han trabajado cien personas procedentes de diversos lugares de España y del extranjero que han encontrado numerosas piezas de cerámica, vidrio y bronce. Las zonas escogidas han sido la del foro, con especial hincapié en el mercado (macellum), en las tiendas y talleres de la fortificación bizantina y en las tabernas. También se ha excavado la necrópolis de Can Fanals al sur de la ciudad, ya explorada en 1930, así como en una calle y el pórtico del Camp d’en França.

El incendio que afectó a la zona de las tabernas entre los años 270 a 280 d.C. provocó que muchas de las piezas que se han localizado este verano en las excavaciones procedan de los objetos que se abandonaron durante el suceso. Entre ellas destacan cuatro piezas de bronce que reproducen en miniatura una mesa romana y se usaban como quemadores de esencias o tazas de cerámica en un excelente estado de conservación.

Entre otros objetos como una xapeta, enormes clavos de vigas, monedas, recipientes o un pequeño altar doméstico, destaca una ánfora reconstruida y que forma parte de los 10.100 fragmentos de cerámica localizados en los fosos de la ciudad.

A raíz de los trabajos realizados en la necrópolis se han extraído objetos que servían como ajuar funerario y que se mantienen en muy buen estado.