Las paredes se construyen con hormigón y piedra, y el cerramiento con barras de metal. | Lola Olmo

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El grupo ecologista Gadma y Més per Binissalem han denunciado la destrucción de elementos patrimoniales en la antigua calzada conocida como el «camí romà», ubicada entre Binissalem y Alaró, perpendicular al Camí des Raiguer. Estas obras, consistentes en la substitución de las paredes de piedra que delimitan una finca privada a lo largo del camino, destrozan el empedrado de la calzada y ponen en peligro el único tramo que se conserva en buen estado, según los denunciantes, que han acusado al alcalde de Binissalem, Víctor Martí, de no actuar pese a tener conocimiento de ello.

«Informé personalmente al alcalde y sabemos que el viernes visitó las obras junto con el sargento de la Policía Local, pero no se ha paralizado nada», asegura Bernat Fiol, portavoz de Gadma. De hecho, ayer, mientras los denunciantes examinaban los desperfectos, una plantilla de albañiles continuaba deshaciendo los ‘marges' de pared seca antiguos y sustituyéndolos por nuevas paredes que se iban rellenando de hormigón.

Permiso con condiciones

La concejal de Més Aurora Mateu, acompañada de ediles que formaron parte hasta junio del Comité técnico de Patrimonio del Ajuntament de Binissalem, explicó que estas obras que ejecuta un constructor cuyas propiedades limitan con el camino, «incumplen las directrices indicadas por este organismo municipal, y por tanto, no se ajustan a la licencia», señala Mateu.

Gadma y Més per Binissalem en el Camí romà

El pasado 19 de julio, este comité municipal formado por técnicos y concejales con el fin de velar por el patrimonio del municipio, aprobó informar favorablemente la solicitud de reconstrucción de este muro, y añade que «debe ser reconstruido con pared de piedra como la existente y utilizando palos de madera y rejilla de formato rectangular, en lugar de barras de acero».

Las obras dejan a la vista que las paredes antiguas construidas con la técnica de la «paret seca» se están deshaciendo para volverlas a construir con piedra y hormigón, material que rezuma por la parte superior sobre las piedras. Además, el cerramiento sobre la pared se ha iniciado con barras de metal, no con los palos de madera requeridos.

En cuanto al camino, muchas piedras se han desprendido por la circulación de maquinaria pesada, según los denunciantes. A lo largo del camino, dentro de las fincas colindantes, hay diversas máquinas de grandes dimensiones. «Han quitado unos pilones que impedían circular vehículos por este camino precisamente para preservarlo, y ellos con sus ruedas de oruga y máquinas muy pesadas pasan por encima y lo destrozan», lamenta Fiol.