Los moros y cristianos se vuelven a enfrentar en las fiestas patronales de Pollença, en Mallorca. | P.Bota / J.Roig

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El estricto protocolo del simulacro de la batalla entre moros y cristianos de Pollença incorporó este viernes de forma oficial a un grupo de mujeres cristianas que entraron en batalla desde la calle de Sant Jordi.

El batallón, compuesto por un centenar largo de mujeres, recreó el momento en que la batalla entre los pollencins y los corsarios de Dragut se centralizó en la zona de la iglesia de Sant Jordi. Las féminas, armadas con filoses (husos para hilar) y falçons (cuchillos en forma de hoz) no dudaron en intervenir de forma activa en apoyo de los cristianos. De esta forma, también rememoraron el hecho de que en los inicios del simulacro, en 1858, las mujeres también tenían un papel activo y eran determinantes para lograr la victoria para el bando cristiano en el oratorio de Sant Jordi.

El colectivo feminista La Mala Pécora ha sido el catalizador de este retorno oficial de las mujeres al momento más esperado de las fiestas de la Patrona de Pollença. Ayer, una hora antes de Joan Mas y Dragut se encontraran en la plaza de la Almoina, los nervios estaban a flor de piel en las inmediaciones de Sant Jordi, donde el batallón femenino aguardaba impaciente que comenzara el simulacro.

Precisamente el tradicional encuentro entre los líderes de las dos huestes se produjo puntual a las siete de la tarde en la plaza de la Almoina. Joan Mas, que este año fue encarnado por Jaume Simó, dio pie al inicio de las hostilidades con el famoso grito de «Mare de Déu dels Àngels, assistiu-nos! Pollencins, alçau-vos! Els pirates són aquí!».

batalla de moros y cristianos

Además, en el simulacro se logró una mejor coordinación entre la salida de Joan Mas con el sonido del via fora de las campanas de la parroquia, que en años anteriores no coincidía de forma tan precisa. Cabe resaltar que Jaume Simó pertenece a una familia donde la figura de Joan Mas ha tenido mucha influencia. Su abuelo representó al líder de los cristianos de 1988 a 1990 mientras que su padre lo fue en 1995.

La batalla siguió los cánones establecidos, con el retroceso del bando turco por la calle Major hasta llegar a Can Nogués, donde se unió al combat el Ajuntament Vella, que era un antiguo órgano de gobierno en Mallorca. La contienda alcanzó la iglesia de Sant Jordi, donde se produjo una primera victoria parcial del bando cristiano que además ayer tuvo el apoyo femenino, y el último gran golpe a las tropas moras llegó en los alrededores de Ca n’Escarrintxó, en la salida hacia el puerto. Ahí se produjo el último enfrentamiento entre las tropas de Dragut y los cristianos pollencins. Como manda el protocolo, los corsarios entraron en el campo de fútbol detrás de su bandera para no deslucir este último momento de acción bélica y que cuenta también con numeroso público.

El acto que cierra la jornada festiva fue el Tedèum en la iglesia parroquial. Mientras que los pollencins ataviados de moros recibieron un agradecimiento final por su participación en la plaza de Monti-sion, los victoriosos cristianos pudieron acceder al templo para asistir al Tedèum. En un cuidado orden de entrada, entraron a la iglesia los escopeteros, los cañoneros, la bandera de Pollença, Joan Mas, el Ajuntament Vella y finalmente, el resto de cristianos y cristianas que participaron de un emotivo evento.

Actos matinales

La interpretación de la Alborada por parte de la banda de música de Pollença, a las cinco de la mañana y en la plaza Major, supuso el inicio de una serie de actos previos al simulacro de la tarde.

El obispo Sebastià Taltavull presidió el oficio mayor de las 11 horas en la iglesia parroquial al que asistieron las presidenta del Govern, Francina Armengol y la presidenta del Consell, Catalina Cladera, así como miembros de la coporación local. Al acabar, continuó el ambiente festivo con el baile de los Cossiers.