Los restos encontrados están en una zona de difícil acceso en medio de la montaña. | TIMON CREMER

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Localizado lo que podría ser un yacimiento arqueológico en Andratx. El pasado domingo, un excursionista alemán, Timon Cremer, encontró por casualidad una cueva mientras hacía trekking entre Cala Egos y Mon Prot, en una zona de difícil acceso.

Al entrar en ella, se percató que había huesos humanos por lo que comunicó el hallazgo a la policía. Cremer vive en Andratx los meses de verano trabajando en la Escuela de Buceo C.B.O. Balears Divers, por lo que conoce la región, aunque era la primera vez que hacía una excursión en esta zona.

«Vi que había unos huesos y al comprobar que eran humanos di la voz de alerta; no sé si hay más restos en el fondo de la cueva ya que había mucho polvo», explicó este martes a este periódico. La Guardia Civil acordonó la zona de acceso y la policía judicial se ha hecho cargo de la investigación.

La antropóloga y arqueóloga del Instituto de Medicina Legal se encargará ahora de realizar las pruebas para determinar en primer lugar cuantos esqueletos puede haber en la cueva y también averiguar su datación.

El hallazgo también ha sido comunicado al Ajuntament d’Andratx y al departamento de Patrimoni del Consell de Mallorca, máximos responsables de los restos arqueológicos en la Isla.

Fuentes de patrimonio explican es muy probable que se trate de un yacimiento arqueológico. Lo habitual en estos casos es que los técnicos comprueben si en aquella zona hay ya catalogados restos de este tipo, y también trasladen al Museu de Mallorca los huesos encontrados para su catalogación. El informe del Instituto de Medicina Llegal determinará si se debe llevar a cabo una intervención arqueológica y como contextualizar el hallazgo.