Pollença lidera la compra de plazas turísticas para comercializar en viviendas de alquiler seguida de cerca de su vecina natural, | plozano

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Pollença adelanta a Muro y Can Picafort por primera vez en el mercado turístico y se sitúa segundo en el norte de Mallorca, solo por detrás de Alcúdia.

La incorporación por primera vez de los pisos al mercado legal de alquiler turístico vacacional (antes solo se podían comercializar legalmente los unifamiliares) ha dado un vuelco a las cifras globales de plazas turísticas que se comercializan en el norte de la Isla. Estas se refieren a las del alquiler vacacional más las hoteleras. Tradicionalmente, los destinos con más densidad y volúmen de hoteles copaban el mercado, tendencia que ahora ha cambiado.

Pollença tiene hoy dadas de alta un total de 7.575 plazas hoteleras y 12.893 en pisos y viviendas de alquiler vacacional, lo que suma un total de 20.468 plazas. Por contra, Muro oferta 16.934 plazas hoteleras y apenas 2.069 de alquiler vacacional sumando un total de 19.003 plazas turísticas. Por su parte Can Picafort, con 13.223 plazas hoteleras cuenta con 1.428 plazas de alquiler turístico vacacional de alta lo que sumaría un total de 14.651 plazas turísticas. Con estas cifras, Pollença supera a Muro en 1.465 plazas y a Can Picafort en 5.817.

Cabe recordar que en los años 80 Pollença fue la cuna del alquiler turístico vacacional, un fenómeno nacido en Cala Sant Vicenç, impulsado por los propios hoteleros que para solucionar sus problemas de overbooking en sus establecimientos optaron por desviar a parte de sus clientes a los chalets de la zona.

Pollença, uno de los destinos pioneros también del turismo en Mallorca, tiene una planta hotelera muy característica mayoritariamente formada por emblemáticos hoteles con encanto de dimensiones relativamente pequeñas. Ejemplo de ellos son el Illa d’Or por el que pasaron artistas como la escritora Agatha Christie.

La relativa contención en el desarrollo del suelo hotelero del municipio contrasta con el crecimiento constante que ha vivido el mercado del alquiler turístico que desde Pollença se extendió al resto de la Isla.

Hasta agosto de 2018 solo se podían comercializar legalmente las viviendas unifamiliares, mayoritarimente ubicadas en el suelo rústico del municipio y que tradicionalmente recibían el nombre de villas turísticas. Con el suelo rústico no protegido con posibilidad de sumarse al negocio prácticamente agotado, el alquiler legal de villas había tocado techo, pero el cambio normativo ha dado un vuelco al caso.

La nueva ley de turismo abrió a partir de agosto de 2018 la posibilidad de comercializar alquileres vacacionales en viviendas plurifamiliares. En abril de 2019 los pollencins ya habían comprado 21,5 de cada 100 plazas de alquiler turístico vendidas en Mallorca desde esa fecha, liderando el ránking de Mallorca. Le sigue de cerca en compras su vecina natural Alcúdia. De las 1.885 plazas compradas por los pollencins, 1.623 correspondían a plurifamiliares y solo 159 a unifamiliares.