Los once vecinos tienen el contencioso en los tribunales y muestran su malestar con la Administración por la falta de diálogo, tanto previo al envío de cartas para comunicarles el desalojo como durante estos meses de discusiones con la entidad de gestión de los puertos. | Gori Vicens

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Los vecinos del Pla de sa Sínia, en Portocolom, no entregaron este martes por la mañana las llaves de las casas que han habitado en los últimos años y que se encuentran dentro de la zona de dominio público. Se trata de la segunda vez que Ports de les Illes Balears les reclama la reversión de las viviendas, en cumplimiento de la Ley de Costas de 1988 que indica que la concesión de propiedades ubicadas en la zona de dominio público deben revertirse al cabo 30 años, un plazo que finalizaba el pasado mes de julio de 2018.

Los propietarios afectados tenían este martes una nueva cita para revertir sus viviendas a Ports de les Balears (órgano que depende del Govern), y no asistieron a la cita. Uno de sus portavoces manifestó que «tenemos el tema en los juzgados y entendemos que debe existir una resolución judicial». La primera citación de Ports a los vecinos afectados quedó paralizada de manera cautelar por el juzgado, pero pocos días después se eliminó la suspensión resolviendo así el juzgado a favor de Ports. Por ello la administración ha seguido con su proceso para que los afectados les reviertan, devuelvan, los pisos y locales comerciales.

Los vecinos manifiestan que «en ningún momento ha existido voluntad política de solucionar este problema. Sabemos que en otras comunidades ha existido una voluntad de diálogo por parte de los gobiernos, aquí no, y además su trato hacía los 11 vecinos afectados no ha sido muy correcto», indica uno de los vecinos de Portocolom. Además, también se conoce la existencia de un caso similar en Fornells, que también debía proceder a hacer entrega de la vivienda este martes.

Ante la negativa de establecer cualquier tipo de diálogo, los vecinos de Portocolom señalan sentirse «totalmente indefensos». Ahora restan a la espera de las resoluciones judiciales para ver como sigue este proceso.

Desde el Govern, la presidenta, Francina Armengol, manifestó en uno de los plenos del Parlament que «las propiedades no quedarán cerradas. Se les dará un uso público», y añadió que «no se dejará a nadie en la calle, sino que se buscarán alternativas y medidas a través del Ibavi» para las familias que acrediten que pierden su primera vivienda.

Ahora, los vecinos no esconden tener sus esperanzas depositadas en un giro político, ya que los representantes del PP son los únicos que han accedido a hablar con ellos sobre la situación que viven.

Otra de las viviendas afectadas en Portocolom sería la casa conocida como Can de la Rosa. Este edificio que perteneció al que fuera el último alcalde franquista de Palma, Rafael de la Rosa Vázquez, se sitúa sobre las rocas del puerto en la zona del Riuetó.

Entre los vecinos de Portocolom se indica que las previsiones de Ports podrían pasar por convertir este edificio en un espacio dedicado a escuela de vela o usos similares, ya que al igual que en el Pla de sa Sínia la ley no permite usos residenciales.