El verano pasado se registró el acceso de casi un centenar de vehículos diarios. | Assumpta Bassa

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A pocos días de iniciarse la temporada turística, el Ajuntament d’Artà trabaja para encontrar una solución a la problemática del aparcamiento en Cala Torta que se repite año tras año. La posibilidad de habilitar zonas de aparcamiento en los caminos asfaltados que dan acceso a las tres calas vírgenes (Cala Torta, Cala Mitjana y Cala Estreta) está más cerca. Y es que el Ajuntament se ha reunido con los propietarios de estos terrenos para llegar a un acuerdo y poder regular el estacionamiento de una manera ordenada que pudiera dar cabida a cerca de 200 vehículos. Todo ello es fruto de la propuesta de gestión y recuperación de las dunas y accesos de Cala Torta en donde se recogen una serie de actuaciones para preservar el entorno.

La regidora de Medi Ambient, Aina Comas, y el regidor de Promoció Econòmica, Bartomeu Gili, explicaron que las negociaciones avanzan a buen ritmo. «No se trata de hacer un aparcamiento sino que se pueda aparcar en algunos tramos ya asfaltados de forma ordenada y controlada». También está sobre la mesa la habilitación de buses lanzadera.

Según un estudio de campo impulsado el año pasado por el Ajuntament las calas vírgenes registraron en julio y en agosto un promedio de 655 usuarios diarios y el acceso de coches cada día superó el centenar.