Recolección de la aceituna de mesa con denominación de origen. | Curro Viera

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La temporada de oliva y de producción de aceite de oliva en las almazaras del Valle de Sóller ha finalizado con unos resultados incluso peores a los ya anunciados en verano. Si a finales de agosto la temporada 2018-2019 se auguraba como «muy mala», debido a coincidencia de dos factores negativos –la vecería natural de los árboles (una menor producción por ciclos periódicos) y el exceso de lluvias en verano–, la Cooperativa de Sóller no duda en situar los resultados finales entre los peores que se recuerdan en el Valle.

Así, la aceituna procesada en la Cooperativa para la elaboración de aceite de oliva ha pasado de los 1,5 millones de kilos en la temporada 2017-2018 a los solamente 237.000 del último año. Es decir un 84,5 por ciento menos. Traducida esta cantidad al aceite obtenido para su comercialización el resultado es un 88,5 % menos litros que en la campaña pasada, ya que se han pasado de los 293.879 litros de 2017-18 a solamente 33.677 litros. Esto representa que ahora solamente se han conseguido un 11,45 % de la producción anterior.

El pasado verano –tal y como publicó este diario– se esperaba una disminución de un 70 por ciento, pero finalmente ha sido mucho más. Estos datos, proporcionados por la Cooperativa Sant Bartomeu, corresponden solamente a las almazaras de esta entidad, aunque en el Pla la campaña no ha sido tan mala. De hecho desde la cooperativa se reconoce que «la aceituna del Pla que hemos procesado todavía ha permitido llegar a unos mínimos, ya que en algunos puntos la Serra de Tramuntana la producción se ha perdido en su totalidad».

Hay que recordar que la Cooperativa de Sóller procesó en 2017 casi la mitad del total de aceite de oliva producido en la Isla y adscrito a la D.O. Oli de Mallorca, por lo que los datos negativos recopilados son en buena medida extrapolables. Por otra parte, en al año anterior se procesaron 100 toneladas de aceituna de mesa de un total de 120 en toda la Isla.

En la temporada de producción que ahora ha finalizado dedicada a la recogida y preparación de olivas de mesa adscritas a la D.O. Olives de Mallorca los resultados han sido todavía peores que para el aceite. La producción solamente ha llegado a unos testimoniales 2.300 Kg. frente a los 93.000 de un año antes (un 97’83 % menos), aunque hay que decir que la anterior también fue una temporada «excepcional» en sentido positivo.

La aceituna picada por la mosca quedó en su mayor parte inservible para el consumo, y en muchos olivares de la zona ni siquiera se llegó a recoger ya que las marcas del insecto impiden legalmente su entrada en partidas destinadas a la Denominación de Origen.
Los técnicos recuerdan también que la picadura de la mosca «no hace inservible el fruto para su conversión en aceite, siempre que se recoja antes de su caída al suelo, pero el resultado es un producto de menor calidad».