La Real Cartuja de Valldemossa acaba de salir de un periodo convulso iniciado en 2012 y que se ha agravado en los últimos años. | Redacción Cultura

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Nuevo impulso para la Real Cartoixa de Valldemossa. El hasta ahora regidor de Turismo y Comercio del Ajuntament, Jaume Salvà, ha dimitido de su cargo para tomar las riendas del emblemático complejo y, junto a los miembros de la sociedad, evitar su cierre. Salvà asegura que el objetivo es «impulsar la Cartuja después de un periodo convulso» marcado por la crisis económica, el nuevo modelo turístico y la salida de la celda número 4 de la sociedad en 2012.

El pasado mes de diciembre se celebró una junta con los seis socios que conforman en complejo y entre los cuales figura el Ajuntament de Valldemossa. En el orden del día solo había un punto sobre la mesa: la disolución de la sociedad. Para evitar la drástica situación, el alcalde Nadal Torres lideró una propuesta que pasaba por replantear la gestión de la cartuja y continuar una temporada más replanteando el modelo que hasta ahora se seguía y que pasa por la apertura gradual de nuevos espacios y ofrecer nuevos incentivos a los visitantes.

«De esta manera se intenta también garantizar el lugar de trabajo a la veintena de empleados de la sociedad, intentar sanear la empresa, mejorar las visitas, así como continuar trabajando para la preservación patrimonial», explica Jaume Salvà. Al frente de este nuevo modelo estará el propio Salvà que el pasado 21 de febrero dejó su acta de regidor para centrarse única y exclusivamente en la empresa. El cambio de modelo turístico de los touroperadores ha hecho mella en el número de visitantes que recibe la Cartoixa. En la actualidad, los turistas y residentes que acuden al emblemático espacio pueden recorrer con un único ticket el palacio del Rei Sanç; la farmacia; la celda número 2; los tres espacios del museo municipal (xilografía, arte contemporáneo y Serra de Tramuntana), así como asistir a un concierto de piano al finalizar el recorrido.

Salvà, junto a los socios de la Real Cartuja, proyectan ahora la apertura gradual de nuevos espacios. Entre ellos habrá una sala con el nombre de Rubén Darío, incluir en el recorrido la visita a la Torre d’homenatge y la antigua enfermería, así como «trabajar con un proyecto audiovisual vanguardista y ofrecer nuevos productos y experiencias», añade el nuevo gestor.

Diversificar la oferta cultura y patrimonial será fundamental para el cambio de gestión. Actividades como catas de aceite ecológico en el jardín del museo o ‘tast’ con productos locales y sostenibles serán otros de los atractivos de las nuevas visitas que también prevén habilitar nuevos puntos de venta y modernizar el recorrido. Salvà recalca que «sabemos que hemos pasado tiempos difíciles, ahora es el momento de la ilusión y el trabajo, para ver renacer este espacio emblemático» no solo para los residentes de Valldemossa sino también para Mallorca.